«Ya podían haber puesto el escudo de la ciudad en el centro o alguna referencia al Misteri y al Palmeral». «Parece una plaza de toros». «Ha quedado preciosa». «Me gusta ver todo el centro personalizado, que la gente pasee y pueda salir a comprar libre, sin tráfico». Estos comentarios y muchos más pueden escucharse en la calle o leerse en las redes sociales estos días a propósito del «estreno» extraoficial de la Plaça de Baix y su conexión con la Corredora, esta última abierta provisionalmente a los peatones a principios de octubre.

El caso es que hay críticas para todos los gustos en estas primeras jornadas de descubrimiento. Los que se muestran encantados, y los que no tanto por cuestiones anexas: la falta de aparcamientos, comercios cerrados, número y ubicación de bancos donde sentarse, la falta de más arbolado pensando de cara al intenso sol del verano...

No obstante, la mayoría de los vecinos dan el aprobado, incluso ponen nota alta, a la remodelación y peatonalización de la Plaça de Baix. Se ha transformado por completo y estos días se ve mucha gente paseando tanto por la Corredora como por la nueva plaza, muchos llamados por el efecto de ver, estrenar y opinar lo nuevo que hay en Elche.

Los pequeños charcos se quedan sin salida en el canal semihundido a lo largo de la Corredora. | ANTONIO AMORÓS

Desde el equipo de gobierno se recuerda no obstante que la obra no está terminada, no está entregada y que se encuentra en una fase de mejora de detalles y arreglos. Así por ejemplo, la nueva Plaça de Baix de Elche va a ver reforzada su iluminación. El equipo de gobierno y los técnicos consideran que las luminarias no alumbran lo suficiente. O al menos que la iluminación es mejorable. En este sentido, se van a a buscar soluciones. Tal vez aumentar la potencia o colocar más focos en lo que a las luminarias aéreas se refiere.

Esta es, por otra parte, una de las primeras autocríticas que el Ayuntamiento de Elche se ha hecho de inmediato, a poquísimos días de abrir este espacio a los peatones. La concejala de Urbanismo, Ana Arabid, considera en cierta medida débil la iluminación, por lo que está previsto trasladar esta cuestión a los responsables de la obra, la cual, aunque aparentemente parece finalizada, en realidad debe estar totalmente concluida como día último el 29 de noviembre.

Por eso ambos espacios se encuentran estos días en ese periodo de repasar flecos, rematar detalles y completar algunos pequeños elementos pendientes. Así por ejemplo, este pasado martes era fácil observar cómo se acometían algunas mejoras en los imbornales, a la altura de la intersección con la calle Obispo Tormo. Además, se generan diferentes charcos en el pequeño canal hundido a lo largo de la calle que no llegan a desaguar.

Por otro lado, recuerdan desde el equipo de gobierno, que muchos han visitado ya la Plaça de Baix antes de verla completada con bancos y maceteros.

Para algunos, la tenue o insuficiente iluminación de la plaza del Ayuntamiento no es, aparentemente, el único punto débil en cuanto al alumbrado. Algunos peatones señalan que al mirar directamente a las luces que emanan del suelo de la Corredora, su intensidad molesta a la vista. E incluso que algunas partes de estas tiras empotradas ya se han averiado, y eso que llevan poco tiempo recibiendo las pisadas de los ciudadanos. Todas estas cuestiones van a ser tenidas en cuenta y revisadas por los responsables de la obra. «Se están valorando resultados y viendo opciones. Hay que ir puliendo cosas sobre la marcha», subraya la concejala de Urbanismo.

Arreglo de imbornales y un bidón colocado para evitar que se pise la zona afectada. | ANTONIO AMORÓS