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El retraso en la subasta de suelo municipal deja en el aire dos millones de inversión en Elche

El equipo de gobierno condicionó el 10,5% del coste de los proyectos para 2020 a la venta de parcelas públicas, una forma de financiación que no ha tenido éxito los últimos años

Una parcela de Torrellano, pedanía donde hay parcelas municipales para subastar. Antonio Amorós

El Ayuntamiento de Elche no ha sacado todavía, a un mes para despedir el 2020, ningún solar municipal a subasta, de los que dependen dos millones de euros de inversiones prometidas por el equipo de gobierno (PSOE y Compromís) para este ejercicio. Los servicios de Patrimonio están tramitando el expediente para incorporar los terrenos susceptibles de subastar y después pasará por el área de Contratación que tendrá que redactar el pliego de condiciones para sacarlo a licitación.

De nuevo, la venta de suelo se le sigue complicando mucho al Consistorio ilicitano, y pese a ello, año tras año y mandato tras mandato continúa condicionando parte de su presupuesto a la enajenación de bienes. La incapacidad para dar salida a las parcelas municipales hace que muchos proyectos se hayan quedado por el camino o no se hayan ejecutado al 100% al no contar con fondos para poder sufragarlos.

Este año había obras importantes (el 10,5% de los 19,9 millones de inversiones anunciadas), financiadas en parte con la venta de suelo. Como ejemplo, la modernización del Centro de Congresos, presupuestada en 100.000 euros. El pago de la mitad de esta obra (50.000 euros) está supeditado a la venta de solares. La recuperación del patrimonio rural, con 100.000 euros, otra de las novedades anunciadas para este ejercicio, también pende de los solares municipales, al estar comprometidos 50.000 euros. La partida reservada para crear zonas de velocidad a 30 kilómetros por hora está en la misma situación (65.000 euros de 115.000 euros). Destaca, asimismo, el presupuesto participativo (257.633 euros de un millón de euros) o proyectos y mejoras en seguridad vial (93.000 de 142.000 euros).

La mitad del plan de conservación y divulgación del patrimonio cultural, que está presupuestado con 100.000 euros, se encuentra en las mismas circunstancias o la adquisición de maquinaria agrícola (30.000 de 100.000 euros), así como la señalización dinámica de parkings (178.000 euros de 278.000 euros), la renovación de instalaciones deportivas (100.000 de 300.000 euros) y las subvenciones para rehabilitar viviendas (50.000 euros de 300.000 euros).

Lo mismo ocurre con la mejora y el equipamiento de edificios municipales (50.000 de 200.000 euros dependen de esta operación) o la construcción de nuevas unidades de enterramiento (297.000 euros condicionados) y la rehabilitación de cementerios (34.000 euros supeditados de 120.000).

Pandemia y Arenales

El Ayuntamiento cuenta con once parcelas para subastar valoradas en conjunto en dos millones de euros. El retraso en abrir la puja se debe, según la edil de Urbanismo, Ana Arabid, a la pandemia y a que están esperando a sacar a la venta una parcela de Arenales que tienen compartida con la Generalitat para hacer la oferta más atractiva. Algo que confían en que la administración autonómica haga en cuestión de meses. Será entonces cuando subasten el resto de terrenos públicos. En esa cartera de suelo hay otras cuatro parcelas de uso residencial-terciario, que permiten la construcción tanto de viviendas como de establecimientos comerciales. Tres de ellas se encuentran en Las Bayas y la más grande tiene 1.500 metros cuadrados, que daría para 20 casas. Otra está en Torrellano.

También dispone de dos solares residenciales en Carrús y El Toscar y de otros tres para uso industrial, en Carrús, el sector E-23 (campo de fútbol) y el E-41 (entorno de Carrefour). Asimismo, Urbanismo tiene previsto incorporar a la subasta de solares municipales los terrenos con los que cuenta en el sector TO-3 de Torrellano, donde hay proyectada la construcción de un residencial de 1.500 viviendas y de centros educativos. En esta gran superficie, próxima a la Institución Ferial Alicantina (IFA) el proyecto de reparcelación está en su fase final.

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