La peatonalización de la Corredora y de la Plaça de Baix es una actuación tan potente desde el punto de vista del urbanismo, la movilidad y la socialización que, sólo con unos pocos días en marcha, parece ya imposible imaginar que hubiera coches circulando por esta calle que ahora ha conquistado la ciudadanía.

El nervio de nuestra población, como diría Pere Ibarra, ha devenido en un espacio cómodo, accesible, limpio y amable en el que se suceden las imágenes de cientos de ilicitanos e ilicitanas disfrutando de nuevo de la calle más emblemática de la ciudad.

Incluso en un contexto tan adverso como el que dibuja esta pandemia, o precisamente por eso, son muchas las personas que ven en este nuevo escenario urbano una oportunidad de vivir su ciudad a través de un entorno amplio y seguro en el que se generan mejores experiencias con el comercio local y el patrimonio histórico y cultural.

Si antes era necesario hacer a los peatones protagonistas de esta calle, tras la lamentable llegada de la covid19, es una urgencia garantizar a la ciudadanía más entornos públicos espaciosos, un motivo que se suma a los beneficios ambientales de generar espacios libres de contaminación y, por tanto, más saludables para todos.

Los resultados positivos de una ciudad más verde, limpia y segura sobre el bienestar de las personas y la protección del Medio Ambiente son incuestionables y, por ello, este sí era el momento de llevar a cabo la actuación, como se ha demostrado. ¿Por qué íbamos a querer retrasar la consecución de estos objetivos?

El cambio es tan urgente que esta transformación del espacio público sigue con las obras ya en marcha para hacer de las calles Fatxo, Sant Vicent, Porta Oriola, Barques, Sant Miquel, Abadia, Mare de Déu de la Llet y Fossar vías totalmente accesibles y de prioridad peatonal. A ellas se suma la remodelación de la calle Virgen de la Cabeza, también en ejecución, gracias a la que se da un nuevo protagonismo al transporte público y a los viandantes. Y también los nuevos carriles bici que permiten que el transporte alternativo pueda ser una verdadera realidad en la ciudad.

Esther Díez, concejala de Desarrollo Sostenible y Movilidad Urbana

El Plan Centro continúa de manera decidida. El objetivo es rebajar la presión de tráfico en todo el Centro Histórico y por ello, además, se restringirá la entrada de los vehículos de paso, coches utilizan estas calles para cruzar de un barrio a otro de la ciudad.

Seguirán llegando los vecinos, las mercancías, el transporte público, los visitantes, quienes se dirijan a un aparcamiento público. Pero en un entramado urbano en el que se pondrán por delante los peatones para componer un centro realmente acogedor y transitable, como recomienda la Organización Mundial de la Salud.

Éste es sólo el primer paso de una estrategia de humanización de la ciudad que va a llegar al resto de barrios y pedanías para mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas, una realidad que ya ha demostrado la Corredora, que demanda desde hace años la Unión Europea y de la que se benefician otras ciudades que iniciaron este camino antes.

Ahora es el turno de Elx. Tenemos que ponernos a la altura de otros municipios españoles y europeos en los que, superando las polémicas iniciales, se han conseguido grandes cambios en el ámbito del urbanismo y la movilidad y, por ende, en la sociedad que les permite hacer frente de manera decidida a uno de los mayores problemas globales que sufrimos y que se torna especialmente visible en territorios como el nuestro, la emergencia climática.

No hay ningún condicionante en este municipio que nos impida ser como Vitoria, como Pontevedra, como València, como Copenhague, como Nantes. Sólo se necesita tener claras las prioridades, entender que los cambios de hábitos siempre arrancan con algunas resistencias. Lo irresponsable sería perder la perspectiva. Nos jugamos mucho, sobre todo nuestra calidad de vida y el legado que le dejamos a las próximas generaciones.

Por todo ello, hemos iniciado ya el camino hacia Elx2030. La peatonalización de la Corredora nos hace estar un paso más cerca.