Elche, es una ciudad con más de 5.000 años de historia, por lo que no es de extrañar que este Oasis Mediterráneo cuente con tres bienes reconocidos por la UNESCO, tres motivos que hacen que siempre merezca la pena visitar la ciudad: el Palmeral, el Misteri d’Elx y el Centro de Cultura Tradicional Museo Escolar de Puçol.

Elche hace la palma más grande del mundo

Una de sus tradiciones más arraigadas desde hace siglos es la producción y artesanía de la palma blanca con referencias históricas que datan al menos del siglo XIV. Las palmas blancas ilicitanas se han exportado desde hace siglos a todo el mundo, lo que ha sido una constante hasta nuestros días.

Elche también es una ciudad llena de luz y de colores.

Convirtiendo el Domingo de Ramos de Elche, declarada fiesta de interés turístico internacional, en uno de los referentes de la Semana Santa a nivel mundial y uno de los productos culturales más significativos de la Comunitat Valenciana y de todo el territorio nacional, en la que cada año participan más de 60.000 personas.

El "Mercado de Palma Blanca", que días antes del Domingo de Ramos se instala en los diferentes mercados de la ciudad, es el punto de encuentro al que acuden vecinos y turistas para adquirir la palma que lucirán el día de la procesión, o simplemente, como recuerdo de su estancia en la ciudad y de esta secular tradición.

Una de sus tradiciones más arraigadas desde hace siglos es la producción y artesanía de la palma blanca.

Y como homenaje a su palma blanca y a todos los que han mantenido esta tradición artesana durante siglos, en este año en el que el Palmeral de Elche cumple el XX aniversario de su declaración como Patrimonio Mundial de la UNESCO, Elche hace la palma blanca más grande del mundo.

Un destino, mil colores

Las palmas blancas ilicitanas se han exportado desde hace siglos a todo el mundo.

Pero Elche también es una ciudad llena de luz y de colores, el verde de su inmenso palmeral, el azul del mar, el ámbar de la arena de sus 9 kilómetros de playas, el dorado del oropel del Misteri d’Elx, el blanco de las palmas del Domingo de Ramos, el ocre y marrón de las fachadas y torres de sus museos y monumentos, el tostado de la Dama de Elche, el carmesí de la Granada Mollar, el cobre de los dátiles, el esmeralda de las hortalizas del Camp d’Elx y del Melón de Carrizal o el amarillo del arroz con costra… llénate de color mires donde mires, porque Elche ofrece una gran variedad de posibilidades para pasar unos días en familia, en pareja o con amigos. Como mil son los colores que se pueden ver en sus parques y espacios naturales, elige el tuyo en su web.

Con la colaboración del Patronato Provincial de Turismo de la Costa Blanca.