María Galipienso Vázquez siempre ha tenido claro que su vida debía estar íntimamente ligada a la danza clásica. Con sólo tres años esta ilicitana comenzó una disciplina que la ha acompañado hasta el momento y que en los últimos tiempos está empezando a dar sus frutos. Días antes de Navidad esta joven de 21 años se encontraba entre una treintena de bailarines de varios puntos del mundo ensayando una producción del Quijote en la Ópera de Niza, en Francia, con la compañía «Ballet Nice Méditerranée», titular de esta ciudad. María explica a INFORMACIÓN que esta es la tercera ocasión en la que viaja de forma temporal para esta obra ya que hace dos años consiguió audicionar para la compañía. Desde entonces la han llamado varias veces para formar parte del plantel después de haberlo intentado en otras ciudades como Roma, Praga, Pilsen o Londres.

La pena, relata, es que este año la pandemia por covid-19 ha impedido que pudiesen actuar por Navidad y su última estancia allí ha sido más corta de lo esperado. Estaba previsto que actuase hasta el 31 de diciembre pero volvió a casa días antes de Nochebuena ya que el espectáculo no pudo contar con pases y tuvo que ser retransmitido por televisiones locales y por Youtube, en lugar de celebrarse con público ya que museos, cines o teatros están cerrados por las restricciones sanitarias.

Maria Galipienso durante uno de los ensayos en Niza INFORMACIÓN

Aunque el viaje se ha acortado, para ella es una vía de impulso de su carrera profesional, ya que es probable que en 2021 retomen las actuaciones y cuenten con ella. «Es muy gratificante porque siempre he visto que era difícil entrar en una compañía. Psicológicamente es muy duro» en referencia a las pocas oportunidades que hay en España. Por ello sigue formándose. Desde niña ha pasado por las escuelas de Pilar Sánchez y Sofía Sancho, en Elche, por el Centre de Danza de Catalunya mientras que ahora estudia Danza clásica en la Universidad Católica de Murcia (UCAM).