La inseguridad ciudadana se ha instalado durante las últimas semanas en la urbanización Bonavista y en la partida de Valverde, lo que no sólo está generando la alarma vecinal sino la preocupación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad pues mientras la seguridad de la primera compete a la Policía Local y Nacional, la segunda se atribuye a la Policía Local y a la Guardia Civil, por estar cerca esta última de la demarcación del cuartel de Santa Pola. En cualquier caso, los vecinos reclaman soluciones y más coordinación para que la pesadilla en la que viven acabe de una vez porque en una sola noche (que ahora con el toque de queda termina antes de las 24 horas) se han registrado hasta tres asaltos en viviendas de una urbanización, lo que demuestra la impunidad con la que están actuando los ladrones.

Este sábado está previsto una reunión de vecinos en Valverde para tomar decisiones porque mientras algunos plantean la adquisición de bocinas para alertar de los ladrones (que destrozan las puertas a golpes para entrar) otros plantean la posibilidad de organizar patrullas urbanas. Un portavoz de la Policía Local explicó al diario que se está encima de este problema y se ha reforzado la seguridad, cuestiones estas que se explicarán a los afectados hoy mismo. En Valverde, desde septiembre, han sido asaltadas una quincena de casas, la mitad de ellas durante el pasado mes de diciembre, según fuentes vecinales.

Ausencia de alumbrado público en la urbanización Bonavista, en una imagen de archivo. | ANTONIO AMORÓS

Ayuntamiento

Caso similar es el de la urbanización Bonavista, que anda bastante preocupada desde el pasado mes al darse una serie de asaltos a viviendas que hacía tiempo que no se producían. De esto tiene conocimiento el Ayuntamiento y la Comisaría, que de inmediato han apostado por mejorar la vigilancia e intensificar los controles en este enclave.

Pero lo cierto es que la inquietud persiste, según señala el presidente de los vecinos, Ramón Benito. Explica que en apenas una veintena de días se han denunciado aquí al menos tres episodios de robos en casas. Por fortuna, no ha habido que lamentar daños personales puesto que los ladrones accedieron a las viviendas cuando sus moradores se encontraban fuera. Eso sí, algunos desperfectos y roturas de rejas sí que se generaron, con el consiguiente fastidio de los propietarios, además de ver cómo desaparecían algunas pertenencias tales como dinero en metálico, joyas y algunos dispositivos electrónicos.

Ramón Benito, quien agradece en primer lugar que tanto el alcalde como el comisario ilicitanos le atendieran personalmente y le mostraron su interés para tratar de evitar que estos hechos se vuelvan a repetir, considera no obstante que la falta de alumbrado público en este entorno, donde residen unas 200 familias, está contribuyendo a atraer a los cacos.

Y más después de que los efectivos policiales hayan incrementado su presencia en partidas rurales que, también en las últimas semanas, vienen sufriendo robos en viviendas, como es el caso de Valverde o El Altet pues la presión obliga a cambiar de área.