Acabó 2020, por fin. Pocos lo lamentarán. Ha sido un año para olvidar. La pandemia nos ha cambiado nuestra vida y a peor. Y aún no sabemos cómo acabará esto, y cuándo podremos decir que el coronavirus ha sido vencido. Es probable que todo el año 2021, en mayor o menor medida, siga viéndose muy afectado.

La vacuna es una magnífica noticia. Y un logro de la ciencia que hay que saludar. Y tiene que llegar a todos para que sea justa y útil a toda la sociedad. Y aun así no se podrá bajar la guardia. Debemos aprender de lo que ha pasado y prepararnos por lo que pueda venir en el futuro. Y podemos y debemos hacerlo.

Y, en otros aspectos de nuestro día a día, también es importante que, en nuestro municipio, se vayan concretando cuestiones que pueden contribuir a una mejor calidad de vida de nuestra población. En muchos casos nos las han prometido tantas veces que, tal vez, alguien hasta puede pensar que ya están hechas. Acaba el año y, de nuevo, Ximo Puig sigue sin firmar el documento para concretar los 43 millones de euros que nos debe la Generalitat por el tema de la Universidad. Vendría muy bien para hacer cosas necesarias en Elx. No parece seria la situación, más parece lo contrario. ¿Tan largo es el documento a firmar que no lo acaban nunca?. ¿Por qué el president no tiene nunca tiempo para concretar sus promesas con Elx? Y eso que Puig y nuestro alcalde son de la misma cuerda en el PSOE, aunque parece un nudo que no funciona en estas cosas. ¿Qué hay que hacer para que se acuerden de nosotros de verdad?. Ya tuvimos demasiados años de ninguneo con el PP para que ahora nos hagan casi lo mismo.

Y es lo que el PP sigue haciendo con Elx. ¿Se acuerdan de las promesas de que la Diputación financiaría un Palacio de Congresos a la altura del de Alicante?. Más que a la altura debió ser a la bajura. Con tal de no concretar el tema montaron la polémica sobre el emplazamiento, cuestionando que sea el Ayuntamiento, como máximo representante del pueblo ilicitano, el que lo decida democráticamente, para dilatar su ejecución y, ahora, en el presupuesto de 2021 han puesto sólo 50.000 euros, para una obra que supera los 30 millones. No hay ni para el proyecto. Una tomadura de pelo. Excusas de mal pagador cuando se trata de Elx.

Mientras sigue sin haber noticias de mejora en las cercanías Alacant-Elx-Murcia, se nos anuncia que, a primeros de año se podrán comprar los billetes del AVE a Madrid. Siempre ha habido clases dirán algunos. Y es verdad. El tren que utilizan a diario miles de personas seguirá como en el siglo XIX y el AVE, que será para una minoría, es el que concentra la inversión. Del otro nos han vuelto a prometer proyectos, estudios, etc. para mejorarlo y conectarlo con el aeropuerto. Vamos, lo de siempre.

Del Mercado Central mejor no hablar. Parece que ha pasado al archivo de lo imposible. O al limbo. La mala herencia que dejó el PP en la ciudad, y que tan mal acometió el anterior equipo de gobierno, parece que seguirá durante mucho tiempo afeando e hipotecando la zona centro. Una lástima, máxime cuando, por fin, se ha peatonalizado la Corredora y tanto ha mejorado ese espacio.

Al Palmeral ilicitano le han prometido, otra vez, que la nueva Ley está a punto de aprobarse. Ya es hora desde que en junio de 2017 el conseller Marzà la prometió. Aunque no es lo único que necesitan los huertos. Si no cambia la dinámica municipal poco se notará. Hace falta una buena Ley, pero también más inversión y preocupación.

Ni siquiera lo de la Dama se ha resuelto. Tantas veces prometido su retorno y sólo humo y bastante espeso en el tema. Estos días hasta ha sido noticia que en el MAHE ya se apuesta por habilitar otro espacio, distinto a la Torre del Homenaje, después de la preparación hecha, para su instalación y eso que no hay novedad alguna. Lo de resucitar el tema de la Dama parece un signo de que vuelve la normalidad al Ayuntamiento. Lo de su vuelta, nunca confirmada, sino más bien al contrario por el Gobierno, siempre ha valido para un roto o un descosido.

En definitiva, ahora que empieza el año es momento de concretar viejas promesas. La relación es mucho más larga de la descrita, algunas hasta tienen quinquenios de antigüedad. Más trabajo y necesidad de que se hagan realidad ya es conveniente. Nos acercamos a la mitad de la legislatura y es hora de hacer más cosas.

Y, ahora que ha terminado este raro 2020, que tengamos un buen 2021.