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El fallo sobre la fachada de El Progreso siembra de dudas el centro de Elche

El inmueble cumple el martes tres años apuntalado y sin solución para los dueños por el alto coste de construir y el desinterés municipal por adquirirlo

Los actuales puntales de hormigón se instalaron tres semanas más tarde, el 2 de febrero de 2018, la imagen se tomó ese día. | ANTONIO AMORÓS

El próximo día 12 de enero se cumplen tres años desde que la fachada del edificio Nuevos Riegos de El Progreso, en la plaza de la Constitución, quedara apuntalada, en una decisión acordada por la Conselleria de Cultura que veía en ella un valor patrimonial que no lo había tenido para el Ayuntamiento de Elche a la hora de conceder licencia a los propietarios porque ni siquiera figuraba en catálogo alguno como protegida. Se encontraban en pleno derribo el edificio cuando llegó aquella orden de paralización y la consabida colocación de pilares de hormigón para garantizar que no se viniera abajo. Allí se iba a construir un inmueble de viviendas que perdería cerca de 80 metros cuadrados de su solar, de algo más de 290 metros cuadrados, para alinear la fachada a la del resto de edificios, acabando con uno de los rincones menos estéticos del corazón de la ciudad.

El Ayuntamiento de Elche anunció en noviembre que no recurriría aquella sentencia que, a la postre, no dejaba nada bien a los propios técnicos municipales al criticar que se hubiera dado la autorización para las obras de demolición del inmueble si la realización de unas catas arqueológicas. Estas nunca se hicieron porque para el departamento de Urbanismo no reunía valor alguno. Aquel acatamiento, admitir como dijo el alcalde, Carlos González, «el derecho de la Administración Autonómica, de la Dirección General de Patrimonio, a dictar las resoluciones que se dieron en relación a ese edificio», ha terminado por generar dudas entre los promotores e, incluso, «la inseguridad jurídica porque es evidente que a partir de ahora una licencia municipal es insuficiente para saber si en el centro o en barrios afectados por la protección del palmeral se puede construir o no», dicen. Sólo hay que ver lo que está sucediendo con el Mercado Central o con el millar de viviendas que se deberían construir en los alrededores de la finca El Arsenal para entenderlo.

La fachada cumple tres años como un hito que por ahora no parece que vaya a moverse y tiene visos de cumplir muchos más en su actual estado porque el Ayuntamiento no tiene interés en adquirir o permutar el solar por otro, tal y como ya han ofrecido los propietarios para encontrar una salida a aquella licencia concedida que les creó falsas expectativas.

El alcalde, el día que descartó el recurso, anunció que trataría de «buscar un equilibrio» entre la protección patrimonial, que según la sentencia era «imprescindible», y la «necesaria viabilidad económica de la edificación que se tiene que impulsar por parte de la propiedad». Los dueños, ante el desinterés municipal por hacerse con el inmueble, tendrían dos opciones y ambas disparatadas desde el punto de vista económico. Una pasa por mantener solo la fachada y alinear el edificio a la calle; es decir quedaría una especie de pasillo que tendría la altura de esta, pero condicionando el diseño y la luz que recibiera. La segunda pasa por mantener la fachada tal cual y que sirva de acceso al edificio manteniendo en el interior dicha altura para un local comercial. En cualquier caso, el hecho de que no se pueda tocar hace inverosímil la construcción del inmueble porque prácticamente no existiría acceso de trabajadores y material al mismo. Y todo eso si salen bien las catas arqueológica...

Ana Arabid:«Tenemos que ir de la mano de Cultura»

La edil de Urbanismo, Ana Arabid, considera que la sentencia sobre la fachada, «clarificó la situación, había una diferencia de criterio jurídico y, nos guste o no nos guste, hay que proteger la fachada. El problema que teníamos hasta ahora es que no sabíamos quién tenía razón. Entiendo a los propietarios, porque les perjudica, porque les dimos unas condiciones y ahora Conselleria les dice que protejan la fachada, como entiendo a los del E-16 (El Arsenal)». Ahora mismo estamos en fase de darles una solución que compatibilice la protección». Arabid añadió que «la sentencia no dice cómo proteger la fachada, por eso hemos ido a Conselleria para que nos diga cómo hacerlo. Ayuntamiento y Conselleria de Cultura tienen que ir de la mano en estos temas y consensuar las cosas».

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