Cerca de 500 vecinos de los conocidos como Pisos Azules de Elche están molestos con el Ayuntamiento de Elche por distintas razones. Desde hace años vienen reclamando inversiones, sobre todo la impermeabilización de la plaza interior delimitada por el pasaje Doctor Ferrán y las calles Mariano Benlliure, Andreu Castillejos y Gabriel Miró. La plaza está en suelo privado, pero es de uso público y, según los vecinos, el Ayuntamiento se comprometió por escrito en 1975 a su mantenimiento, un acuerdo que volvió a quedar refrendado en documento público hace unos pocos años.

El principal problema, según explica Juan Manuel Quirant, presidente vecinal, reside en que esta plaza no está impermeabilizada, por lo que cada vez que llueve se filtra gran cantidad de agua al sótano, donde están garajes y trasteros de esta urbanización. Los hilos de agua, según los vecinos, son como cascadas.

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Junto a ello, lamentan que, pese a haberse gastado los propietarios un dinero importante en el pintado de las fachadas de la urbanización, en unas pocas semanas las paredes que dan a la plaza estaban ya afeadas con pintadas por parte de gamberros o, incluso peor, desconchadas por efectos de jugar al balón en esta plaza.

La cosa va más allá, ya que también denuncian que no se está actuando contra la plaga de palomas que aquí anidan, lo que provoca un incremento extra de suciedad en el suelo y algunos elementos urbanos. Los propietarios reclaman al Ayuntamiento que se haga cargo de una tela de gallinero que han colocado y que les ha costado a los vecinos más de 2.000 euros. Esta malla trata de evitar que las palomas se cuelen en un colchón de aire que hay entre los bajos y el primer piso.

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Para completar ese enfado en esta comunidad de propietarios, la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo está habilitando una nuevas dependencias para dar servicio a personas desempleadas y, según los vecinos, tiene previsto abrir una puerta de servicio a dicha plaza privada. Para los residentes aquí esto es algo que se debía haber comunicado a la comunidad de propietarios para que diera el correspondiente permiso, pero no ha sido así, aseguran, en ningún momento. Es más, afirman que el Ayuntamiento ilicitano ha dado autorización a la Generalitat para habilitar esta puerta, algo que irrita aún más a la comunidad de propietarios.

El concejal de Mantenimiento, Héctor Díez, da la cara e indica que aunque posiblemente buena parte de los problemas no dependen de su negociado, asegura que el Ayuntamiento está abierto a mantener un encuentro con los propietarios. Es más, el concejal se muestra sorprendido tras saber que, aunque la comunidad le ha enviado numerosos escritos tanto a él, al alcalde como a otros ediles en los últimos meses a través de la OMAC, él no tenga constancia de estos escritos.

En cualquier caso apunta que antes o después habrá que sentarse para delimitar bien la propiedad de la plaza y en qué términos está constituido el acuerdo. «Hay una servidumbre de plaza pública y hay un paso público. El suelo de la plaza es suelo privado e inicialmente era una plaza de propiedad privada», apunta de entrada el edil sin querer restar la responsabilidad que pueda tener al Ayuntamiento.

A su juicio, el problema reside en que la constructora creó un alcantarillado de poca capacidad. Y lo saben en el Consistorio porque sus técnicos municipales han acudido al lugar varias veces.

«Con el PP se remodeló la pérgola y se pusieron maceteros. Nosotros hacemos labores de poda y mantenemos los columpios», añade Díez, quien no elude el debate de quién debe pagar la capa asfáltica para que no siga filtrándose agua al garaje, donde hay unos 250 vehículos.

En su opinión, hay que actuar desde el punto de vista urbanístico -área que no depende de este edil- e intentar llegar a algún tipo de acuerdo, «pero ese es un tema jurídico», matiza Héctor Díez, quien indica que el Ayuntamiento debe establecer si puede o no impermeabilizar e invertir en un suelo privado con dinero de todos.

Sin alarma de incendios y solo «buenas palabras»

Cada vez que llueve, las filtraciones hacen que salte el automático y se anule la alarma de incendios en el garaje ubicado bajo la plaza de los Pisos Azules, con el peligro que esto supone. Esta es una de las principales preocupaciones de los vecinos de esta zona, cuyo presidente, Juan Manuel Quirant, asegura que, en vista de que no contesta el Ayuntamiento a sus continuos escritos, se han tenido que personar hasta en cuatro ocasiones para trasladar su malestar. «Siempre nos ha atendido muy bien el personal de las concejalías, con buenas palabras, pero nada de hechos», lamenta.