Dos puertas de acceso a la basílica de Santa María de Elche han tenido que ser inhabilitadas tras la caída de un cascote. Desde el templo ilicitano han asegurado a este diario que la pasada semana se desprendió un fragmento del inmueble de más de medio metro de tamaño desde lo alto de la construcción, lo que ha obligado a la Policía Local a acordonar un tramo de la calle de la Fira por seguridad.

El incidente se produjo el pasado viernes, tras varios días de tormenta y afortunadamente no hubo que lamentar heridos. Eso sí, el cascote, que se fragmentó en varios pedazos, llegó hasta prácticamente el Colegio de Abogados, con el consiguiente susto. En las próximas horas está previsto que varios técnicos acudan a la basílica para inspeccionar los daños y determinar si es necesario seguir acordonando el edificio para prevenir riesgos. La intención es que Bomberos, el Ayuntamiento y arquitectos se coordinen para revisar a fondo los desperfectos.

Este episodio pone de relieve el deterioro que sufre Santa María, advertido en varios informes a lo largo de la última década, que se agrava con el paso del tiempo y con los sucesivos temporales. Las grietas y las redes que cuelgan desde varias fachadas lo demuestran. Sin embargo, ninguna administración ha dado todavía soluciones al respecto. Si bien, el consejo rector de la basílica está elaborando el plan director que presentará a la Conselleria de Cultura para que se acometa la restauración en un plazo de tres años, lo que abre la puerta a la esperanza.

Hace dos años, la concejal de Cultura, Marga Antón, aseguró a preguntas de este diario que, a pocas semanas en el cargo, ya está trabajando en el asunto del deterioro de las fachadas de la basílica de Santa María. La edil reconoció que todavía no había mantenido ninguna reunión con representantes de la Iglesia para tratar este asunto, pero sí afirmó que «este asunto no depende solamente de la Concejalía de Cultura, sino también de Patrimonio (conselleria). De todos modos sí hemos hablado y estamos ya trabajando en ello», remarcó la responsable del área cultural, que fue la primera voz del ejecutivo municipal en pronunciarse sobre un tema que ha vuelto a ponerse encima de la mesa tras una década sin intervenciones.

Intervención pendiente

La casa del Misteri d’Elx lleva más de una década reclamando soluciones a las múltiples deficiencias que presenta el templo y que afean su imagen exterior. Recientemente se ha abierto una puerta de esperanza para la basílica, ya que su consejo rector, con el párroco Ángel Bonavía a la cabeza, está elaborando el plan director que presentará a la Conselleria de Cultura para que dé luz verde a la financiación necesaria para acometer la restauración que necesita el templo y que pondrá fin a problemas como las grietas en su fachada, las redes que cuelgan de ella, las esquinas deterioradas y el desprendimiento de cascotes que se ha vuelto a sufrir estos días o que permitirá restaurar la zona de acceso al museo, una de las que más daños presenta.

La Generalitat exige a Santa María la presentación de un plan director para acometer cualquier restauración, salvo intervenciones que requieren de una actuación urgente porque puedan suponer un riesgo, como la de la base del pararrayos, situada a 40 metros de altura, de difícil acceso y que se había deteriorado. «Hay intervenciones que hemos tenido que hacer urgentemente pero, para todo lo demás, necesitamos el plan director en el que estamos trabajando», explica Bonavía.