A nadie escapa que vivimos uno de los momentos más complejos de cuantos se recuerdan. El impacto de la pandemia en nuestras vidas está siendo extraordinario y ha generado, indudablemente, efectos sociales, culturales, económicos, e incluso también psicológicos, sobre las personas. La incertidumbre, la volatilidad y la inestabilidad son tres factores que caracterizan el marco social y económico en el que nos desenvolvemos.

En ese contexto crítico comenzamos 2021 en nuestra ciudad estableciendo como prioridades absolutas en el trabajo municipal la implicación en la lucha contra la pandemia, paliar sus consecuencias sociales en las familias ilicitanas y, desde luego, contribuir a la recuperación de la economía y del empleo.

Prioridades que hay que alinear con objetivos concretos. Y, desde luego, el primero debe ser coadyuvar a la aplicación estricta de las medidas dictadas por las autoridades sanitarias para frenar la propagación de la pandemia, así como propiciar la concienciación ciudadana y la disciplina social, a la vez que implicarnos y cooperar con nuestro sistema sanitario en facilitar y agilizar la campaña de vacunación en nuestra ciudad. En definitiva, sumar esfuerzos para dejar atrás la emergencia sanitaria.

El segundo objetivo para 2021 debe ser atender a las personas y familias que padezcan las consecuencias sociales generadas por la crisis económica derivada de la emergencia sanitaria. Ya lo hemos vivido meses atrás, la pandemia no sólo provoca sufrimiento y enfermedad, también genera situaciones de vulnerabilidad social y acrecienta las desigualdades, lo que nos exige adoptar decisiones que redistribuyan la renta, que supongan corregir la desigualdad y por ende favorezcan la cohesión social. La política social, por tanto, será un objetivo fundamental en los meses difíciles que vamos a vivir.

Pero no podemos perder de vista que la prosperidad, el bienestar y la calidad de vida a la que aspiramos, exige ser capaces de impulsar iniciativas y proyectos que promueva la reactivación de la economía y el empleo. Que es el tercero de los grandes objetivos del año que comenzamos. Lo he dicho más de una vez, «inversión, inversión, inversión» es la receta que hay que aplicar en momentos en los que, como éste, se retrae la demanda privada. El sector público debe invertir en proyectos útiles socialmente capaces de dinamizar la economía y de contribuir a mantener y crear empleo. Invertir en aceras, asfalto y mejora de caminos, moderniza la ciudad y crea empleo. Invertir en instalaciones deportivas, culturales y sociales, mejora los equipamientos colectivos y, a la par, dinamiza la economía y crea empleo. Invertir en modernizar los centros educativos, es mejorar la educación de nuestros hijos y también dinamiza el sector de la construcción y crea empleo. Invertir en proyectos estratégicos como el Parque Empresarial, el Campus Tecnológico, atrae inversión privada y talento, diversifica la economía y al tiempo genera empleos de mayor calidad.

Junto a ello, y pese al contexto complejo, tenemos que seguir pensando en sostenibilidad, en vivir una década verde, en reducir emisiones, en descarbonizar nuestra economía, en potenciar las energías renovables, en potenciar una movilidad más sostenible, en proteger nuestro incomparable Palmeral, en valorizar nuestra infraestructura verde y nuestros singulares espacios naturales y en promover un urbanismo racional, equilibrado y respetuoso con el territorio y sus activos. Factores todos ellos clave para el objetivo de trabajar en pro de la Capitalidad Verde Europea. En definitiva, un cuarto objetivo que supone recorrer el camino de la sostenibilidad ambiental, como medio de implicarnos activamente desde lo local, en la lucha contra el cambio climático.

Y, al mismo tiempo, otro objetivo fundamental, el quinto, es que seamos capaces durante 2021 de captar recursos del Fondo Europeo para la Reconstrucción que aportará 140.000 millones de euros para nuestro país, con el fin de impulsar en Elche proyectos e iniciativas vinculados a la transición ecológica, a la digitalización del tejido productivo y de la Administración, a la eliminación de la brecha de género o la cohesión social y territorial. Son los cuatro pilares en los que se sustenta el Plan España Puede impulsado por el Gobierno de España y que están vinculados al instrumento Next Generation EU y que están dirigidos a vertebrar la transformación del conjunto de la economía y las reformas estructurales que favorezcan un crecimiento sostenible e inclusivo.

En definitiva, trabajar con el objetivo de captar fondos destinados a llevar a término proyectos útiles que contribuyan a la reconstrucción económica de la ciudad y a la modernización de nuestro sistema productivo. Esto es, aprovechar la inmensa oportunidad que la Unión Europea proporciona a los Estados miembros para impulsar proyectos para reconstruir

En conclusión, comenzamos un 2021 inmersos en plena tercera ola de la pandemia, en un momento de auténtica emergencia sanitaria, pero con la convicción de que la disciplina social, el buen quehacer de nuestros profesionales de la sanidad y los avances científicos, nos permitirán afrontar este complejo desafío. Con la esperanza de ir dejando atrás paulatinamente la pandemia e ir retornando a la normalidad perdida; y, al tiempo, con el ánimo de seguir trabajando en la modernización de la ciudad y de sus servicios públicos, en la renovación de los equipamientos colectivos y el espacio público y en el impulso de la actividad económica y el empleo, como medio todo ello de seguir convirtiendo Elche en una ciudad abierta, dinámica moderna, cosmopolita y plural, donde entre todos vayamos haciendo realidad nuestros anhelos de un futuro mejor, de progreso, bienestar y prosperidad para todos.