El informe de control interno del Ayuntamiento sigue dando de qué hablar. Si el martes dio paso a una nueva polémica entre el PP y el equipo de gobierno a costa de los contratos menores, ahora se abre otro capítulo, en este caso relacionado con el servicio municipal de grúa. Dentro del informe, el interventor dedica un importante apartado a denunciar la falta de rentabilidad actual de este servicio. Según el análisis que hace de las palabras del interventor la edil responsable del mismo, Esther Díez, la receta que propone el informe para aumentar la rentabilidad pasa, básicamente, por la reducción de personal, el encarecimiento de los precios y el aumento de los servicios.

En este sentido, la edil de Movilidad Sostenible se muestra tajante y anuncia que, de las tres medidas que propone el interventor, su concejalía solo está dispuesta a poner en práctica la última, la del aumento de los servicios. «Ni vamos a reducir personal ni vamos a encarecer los precios. La línea que vamos a explotar es la de hacer más servicios, que la grúa municipal actué más veces en los lugares en los que hace falta», sostiene Díez antes de poner un ejemplo que clarifique la filosofía de su política: «Vamos a trasladar a la Policía Local que se retiren los coches que están aparcados en las paradas de autobuses y que afectan a las personas con movilidad reducida».

Entrada del depósito municipal de vehículos, en una imagen que fue tomada ayer. | ANTONIO AMORÓS

Al margen de posicionarse de nuevo junto a las personas más vulnerables, el equipo de gobierno anuncia que se está trabajando también en fórmulas que permitan agilizar la coordinación entre la Policía Local y el servicio de grúa. Uno de los males endémicos que tiene la prestación municipal, según reconoce la edil, es que muchos de los servicios que se prestan no se cobran, como los relacionados con traslados de vehículos cuando se producen cortes de calles, ya sea por obras o por actos públicos.

Peatonalización

El informe del interventor señala, textualmente, que, teniendo en cuenta «el número de arrastres, la ubicación de los mismos, los planes de peatonalización y el déficit económico del servicio, debería evaluarse objetivamente por parte del Ayuntamiento la capacidad de grúas excedentes». Al respecto, la edil Díez, cuya concejalía es la principal impulsora de las obras de peatonalización de Elche, como base de su apuesta por una movilidad más verde y sostenible, responde: «La previsión del interventor sobre la peatonalización es difícil que se cumpla, porque hay zonas en las que no hay aparcamientos pero sí coches que aparcan mal, por lo que se pueden generar más arrastres».

El interventor también subraya que «la ocupación de vehículos supera ampliamente la capacidad del deposito, por lo que tanto Pimesa (la empresa municipal que gestiona el servicio) como el Ayuntamiento deberían identificar a corto plazo unas instalaciones adecuadas», algo que la concejal Díez reconoce que se está estudiando con Urbanismo.