El equipo de gobierno tiene por delante avanzar en la ruptura del contrato con el Mercado Central y en las próximas semanas está previsto que dé nuevos pasos para finiquitar la concesión. Uno de los más importantes será asumir la gestión del edificio de abastos de la ladera del río y de los contratos de los placeros que están en manos de la concesionaria del proyecto, Aparcisa, quienes firmaron en 2015 un contrato con la empresa privada para asentarse en un mercado con aparcamiento subterráneo durante 40 años.

Para ello, PSOE y Compromís tendrán que aprobar una propuesta de reversión de los bienes afectos a la concesión, una consecuencia directa de la rescisión del contrato. El trámite tendrá que pasar por junta de gobierno y la intención del ejecutivo local es que no se demore más allá del mes de febrero, según fuentes municipales.

Otra de las cuestiones que tienen sobre la mesa los responsables municipales y que incluso que puede que aprueben antes es la desestimación de las alegaciones que presentó la empresa contra el inicio de resolución del expediente del contrato del Mercado Central, que entre otras cosas, insistió en ser indemnizada.

Sin embargo, esto no acaba aquí, ambos trámites tendrá que remitirlos el Ayuntamiento de nuevo al Consell Jurídic Consultiu de la Comunitat Valenciana (CJC) para que este organismo pueda emitir un dictamen sobre la rescisión, que en cualquier caso, no será vinculante, por lo que el equipo de gobierno podrá continuar libremente con sus planes. El plazo para contar con la respuesta de la institución dependiente de la Generalitat es de un total de seis meses, por lo que a lo largo de este año se espera que el Ayuntamiento dé por zanjado de forma definitiva el contrato del Mercado Central. Eso sí, después vendrá otra lucha, la de los tribunales, donde se espera que llegue Aparcisa para seguir peleando por la indemnización.

Asimismo, también se prevé que los placeros recurran a los juzgados, tal y como han venido advirtiendo en los últimos años desde que el alcalde, Carlos González, anunciara la rescisión. Aseguraron que reclamarían a la empresa lo abonado y el lucro cesante. Y es que los vendedores han pagado a Aparcisa más del 75% del canon para sus futuros puestos en el nuevo edificio, lo que supone un desembolso de alrededor de 10.000 euros de media para garantizarse un espacio en una plaza de abastos que nunca se levantará.

Condiciones

PSOE y Compromís dieron luz verde en septiembre al inicio de resolución del contrato sin derecho a ninguna indemnización. En ese acuerdo aprobaron determinar qué bienes, obras e instalaciones son objeto de reversión; solicitaron a la empresa la relación de vendedores del mercado y sus condiciones jurídicas para el desempeño de su actividad, y, por último, ordenaron a la empresa adjudicataria el mantenimiento de la actividad del mercado hasta el final del proceso de rescisión del contrato.

La mercantil se pronunció en octubre y argumentó que el contrato no perjudica al interés general y dijo que los motivos que alega el Ayuntamiento de Elche al respecto son extemporáneos. Aparcisa entiende que la única causa de rescisión vendría avalada por un hallazgo arqueológico durante las catas, pero no por el refugio de la Guerra Civil , ni el impacto sobre el Misteri como insiste el equipo de gobierno.

Un año de bloqueo para retirar el vallado y cubrir las excavaciones

Vecinos y comerciantes de la plaza de las Flores y de la Fruita llevan un año pendientes de que empiecen las obras para retirar el vallado que rodea el Mercado Central y para ver cubiertas las zanjas donde se realizaron las excavaciones. El Ayuntamiento se comprometió a acondicionar la zona, tras decidir romper con el contrato a finales de 2019, sin embargo todo sigue igual en las inmediaciones del viejo edificio. El equipo de gobierno asegura que está a la espera de que la Conselleria de Cultura se pronuncie y le dé permiso para actuar. De hecho, la empresa se llegó a contratar, con el objetivo de que acometiera los trabajos, cuyo coste reclamarían después a Aparcisa.