A la Cama de la Virgen de Elche, que cada mes de agosto se puede contemplar en el altar mayor de la basílica de Santa María y que, habitualmente, descansa en el Museo de la Virgen, le ha salido una «hermana gemela» en Portugal. El museo nacional de Sintra ha adquirido una obra de orfebrería de características idénticas a la ilicitana: ambas piezas están hechas con madera de ébano y rematadas con adornos de plata y los expertos en la materia datan su construcción en el último tercio del siglo XVII.

Hace un par de años desde el centro cultural portugués se pusieron en contacto con el Museo de la Virgen a través de su director, Joan Castaño y, posteriormente, un técnico del museo del país vecino se desplazó hasta territorio ilicitano para contemplar, de primera mano, las características de la Cama de la Virgen de Elche. El motivo de esta visita se debía a que en Sintra habían adquirido una pieza idéntica, algo excepcional, ya que estas dos obras son las únicas de similares características que se conocen. Ambas son prácticamente iguales, ya que tan solo se distinguen en un elemento. La de Elche tiene cipreses, granadas y bellotas como adornos, mientras que la portuguesa mantiene los cipreses y las granadas pero cambia las bellotas por flores.

«Querían comprobar cómo habíamos hecho el montaje de nuestra cama y por eso se desplazaron hasta aquí», explica Castaño. La obra que descansa en territorio ilicitano pertenecía a los duques de Aveiro, mientras que la del museo de Sintra era propiedad de los duques de Cadaval, ambas familias importantes de la nobleza portuguesa. La pieza lusa está datada aproximadamente en el año 1680. «Esto concuerda con lo que nos dijo a nosotros en los años noventa el restaurador Francisco Pajarón, que situaba la nuestra en el último tercio del siglo XVII», apunta el director del Museo de la Virgen.

Una «gemela» para la Cama de la Virgen

Estudios

Los estudios que han hecho en el centro portugués sobre la pieza que han adquirido señalan que estas obras eran conocidas como camas ceremoniales, ya que los nobles no las utilizaban para dormir en ellas, sino para actos públicos, como cuando se daba a conocer el nacimiento de un heredero y la madre todavía seguía recuperándose del parto, en ceremonias de bautizo o en el que caso de que falleciera un miembro de la familia y fuera expuesto su cadáver. En el caso de Elche, la cama llegó a la ciudad en el año 1745 como una donación a la imagen de la Virgen por parte de Gabriel Ponce de León, duque de Aveiro.

La pieza ilicitana se puede ver en el Museo de la Virgen, donde permanece expuesta todo el año salvo los días entre el 16 y el 22 de agosto, momento en el que, tras las representaciones del Misteri, se instala en la basílica de Santa María para que el pueblo ilicitano pase a contemplar a la Mare de Déu. Toda esta información y mucha más se puede consultar a través de un libro digital de libre acceso en internet que ha publicado el centro portugués y que incluye un texto de Castaño.