Junto al pienso anticonceptivo para reducir la superpoblación de palomas en Elche el Ayuntamiento acaba de tomar nuevas medidas con el fin de atajar con el origen del problema. Siete plazas de distintos barrios de la ciudad, donde se están dando importantes concentraciones, han acabado señalizadas para advertir a los vecinos de que está prohibido alimentar a este tipo de aves.

El Paseo de Germanías, los Pisos Azules, la calle Lepanto, el Jardín Rafael Alberti (en la plaza de l’Algeps), la Pasarela del Mercado, la plaza Benejúzar (El Toscar) y el Centro de Congresos son los «puntos calientes» donde más quejas hay últimamente por el aumento de los ejemplares. Y es en estas zonas donde la Concejalía de Bienestar Animal ha colocado la cartelería.

Unas señales que recuerdan que dar de comer en la vía pública a las palomas no se puede. Y saltarse la ordenanza municipal conlleva multas, que van desde los 30 a los 600 euros. Solo hay un rincón de la ciudad donde esta costumbre está permitida, en el palomar del Parque Municipal.

El objetivo que se ha marcado el Ayuntamiento es reducir a la mitad la cantidad de palomas en los próximos años, pues sus excrementos están ocasionando problemas en el casco urbano y otros puntos del municipio.

La señalización recuerda que dar de comer está prohibido por la ordenanza municipal. | ANTONIO AMORÓS

La concejal del área, Mariola Galiana, insistió en la necesidad de disminuir paulatinamente la población de aves, «porque si se descontrola pueden generar muchos inconvenientes de insalubridad por los excrementos». De hecho, ese aumento de palomas está teniendo sus consecuencias en edificios históricos y en el mobiliario urbano, donde ha aumentado la suciedad.

Y por eso, además de la campaña de concienciación, el Ayuntamiento ha optado por introducir pienso anticonceptivo a las palomas, cuyos resultados se espera que puedan notarse en un año. Para ello, la empresa que se encarga dl control de las palomas, CTL, ha instalado tres palomares barrera con el fin de atraer a las aves hasta zonas estratégicas del municipio (dos están en el núcleo urbano y otra en las afueras) para poder darles de comer. A partir de ahora, una vez acostumbradas al sitio donde tienen que ser alimentadas, recibirán el nuevo alimento.