En un año tan duro como 2020, en el que la pandemia ha obligado a centrar la mayor parte del esfuerzo sanitario, el Hospital Universitario del Vinalopó ha conseguido mantener las cifras de su servicio de Medicina Nuclear, la especialidad dedicada al uso de radiotrazadores y radiofármacos para el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades como el cáncer. Esta área del centro hospitalario es una de las pocas que cuenta con una máquina de diagnóstico de última generación PET-TAC y en este 4 de febrero, Día Mundial contra el Cáncer, desde el Vinalopó ponen en valor las cifras que han conseguido mantener pese a las dificultades a causa del coronavirus.

En 2019 la máquina PET-TAC dio servicio a 4.800 pacientes y, durante los últimos doce meses, se consiguió incluso aumentar esta cifra, atendiendo a 4.900 pacientes. Del total de usuarios de 2020, en un 80% de los casos se confirmaron los indicios de cáncer, por lo que unas 4.000 personas del sur de la provincia pudieron recibir un diagnóstico precoz de la enfermedad gracias al aparato de última generación, lo que en muchas situaciones convierte lo que sería una enfermedad letal en un problema crónico.

La unidad de Medicina Nuclear se puso en marcha hace diez años en el Hospital del Vinalopó, siendo la única de estas características en toda la provincia hasta 2017, año en el que también la incorporó el Hospital de Sant Joan d’Alacant. Desde entonces, ambos centros se reparten a los pacientes alicantinos, atendiendo a los del norte y el centro de la provincia el Hospital de Sant Joan y a los del sur el del Vinalopó.

Próstata o colon

Durante 2020 la máquina PET-TAC ha funcionado a pleno rendimiento pese a las dificultades de la pandemia, algo que resulta vital por su precisión y su precocidad en el diagnóstico en casos como los cánceres de próstata, colon o tiroides. «Los trazadores que introducimos en los pacientes nos permiten hacer un mapeo de todo el cuerpo y detectar dónde se encuentra la enfermedad. También nos resulta muy útil para comprobar que los tratamientos están siendo efectivos», explica el jefe de Medicina Nuclear en el Vinalopó, Pedro González.

Desde que el servicio de Medicina Nuclear se puso en marcha hace una década, 57.000 pacientes de la provincia han requerido de sus servicios, mientras que 36.000 personas han hecho uso de la máquina PET-TAC. «Resulta clave también para las pacientes con cáncer de mama porque nos permite ejecutar con mayor precisión la técnica del ganglio centinela, que posibilita conocer la afección en la axila y ver el tratamiento a seguir», añade el doctor.

El área del Vinalopó trabaja prácticamente a demanda, ya que las pruebas de diagnóstico se pueden planificar con una antelación de apenas 48 horas. «Además de la tecnología, es importante el factor humano», finaliza González haciendo alusión al personal que forma parte del departamento que dirige, compuesto por cinco médicos especialistas, tres técnicos, dos enfermeros y dos administrativas, con una experiencia media superior a los 10 años.

En abril aumentará la capacidad de atención en un 40%

El avance de la tecnología llevará al Hospital del Vinalopó a renovar en abril la máquina PET-TAC que da servicio a los pacientes del sur de la provincia. El nuevo aparato permitirá aumentar la capacidad de atención a los pacientes en un 40% y emplear menos dosis de radiación, lo que minimiza el riesgo al que se exponen los usuarios. En España solo hay actualmente cuatro equipos como el que va a incorporar el centro ilicitano y su precio ronda los 2 millones de euros.