Después de que el equipo de gobierno aprobara el pasado 18 de septiembre el inicio de la resolución del expediente del contrato del nuevo Mercado Central y de que la mercantil Aparcisa presentara sus alegaciones el 8 de octubre, el 10 de noviembre el Consell Jurídic Consultiu pidió al Ayuntamiento ilicitano que concretara un expediente con propuestas para emitir su dictamen. La junta de gobierno aprobó ayer elevar al Consell sus propuestas en lo que el bipartito pretende que sea un paso clave para dar carpetazo al interminable culebrón del Mercado.

Entre los argumentos que el Ayuntamiento traslada al Consell se plantea que se desestimen las alegaciones de Aparcisa, postura que se apoya con informes de asesoría jurídica y de los departamentos de Urbanismo y Contratación Pública, y que se declare desierto el contrato por el artículo que especifica la imposibilidad de ejecución de las condiciones inicialmente pactadas, con la posibilidad de producir daños graves al interés público.

El equipo de gobierno de Elche también propone al Consell que se reviertan todos los bienes ejecutados por la concesionaria, que pasarían a titularidad municipal, que la gestión directa del Mercado Provisional se quede en manos del Ayuntamiento, con la comunicación a los titulares de que sus contratos de arrendamiento pasan a tener uso municipal, y la devolución de la fianza que depositó la mercantil Aparcisa, valorada en unos 600.000 euros.

Las excavaciones arqueológicas que se han venido realizando en el entorno del inmueble. | ANTONIO AMORÓS

De esta manera, el Ayuntamiento se mantiene en su postura de resolver el contrato y lo justifica a través de tres grandes argumentos. Los dos primeros han tenido mucho recorrido los últimos años, ya que aluden a la resolución de Icomos que insta a Elche a desistir del proyecto para evitar la exclusión del Misteri d’Elx de la lista de Patrimonios de la Humanidad y a la aparición del refugio de la Guerra Civil conocido como 3B, que por ley es Bien de Relevancia Local, lo que obliga al Ayuntamiento ilicitano a su conservación.

Precisamente el refugio da pie al argumento más novedoso que ha empleado el gobierno municipal para romper el contrato del Mercado. La obligatoriedad de su conservación acarrea la disminución de las plazas de aparcamiento en un 43,7% y y reduce en un 18,3% la superficie que se puede construir. Esto imposibilita, según la versión sostenida por el bipartito, la viabilidad económica del proyecto según se concibió y supone una modificación del plan inicial en un porcentaje que altera las condiciones esenciales de licitación y adjudicación.

Aparcisa, por su parte, se opone a las causas esgrimidas por el bipartito y pretende que el acuerdo se resuelva por otro artículo de la Ley de Contratos del Sector Público, que contempla que se produzca una indemnización por imposibilidad de explotación de los acuerdos adoptados por la administración. «Nosotros queremos pasar página y abrir otra etapa», sostiene el edil Héctor Díez.

Patrimonio no autoriza que se cubran las zanjas

Las vallas que cercan el Mercado Central continuarán avergonzado más tiempo a los ilicitanos y la cubrición de las ruinas arqueológicas, que lleva más de un año bloqueada por Patrimonio, sigue sin avanzar. El Ayuntamiento no ha recibido noticias positivas desde el Consell para normalizar la situación de la plaza de las Flores, ya que no ha autorizado que se cubran las zanjas ni se retire el vallado al no existir consenso con Aparcisa. La edil de Urbanismo, Ana Arabid, anunció ayer que se volverá a pedir permiso al haber cambiado el escenario con la mercantil.