La Universidad Miguel Hernández (UMH) ha pasado a convertirse en un parque abierto para todos donde se disfruta de las zonas verdes como ocurre en los países europeos con sus jardines urbanos. La urbanización del campus de Elche ha conseguido descubrir a los ilicitanos un lugar de esparcimiento seguro y sin coches que está consiguiendo atraer a tanta gente como ningún otro espacio de la ciudad sobre todo los fines de semana.

Desde familias que pasean a pie, en bicicleta o patines, niños que juegan a sus anchas, parejas que caminan con sus perros, corren o marchan. Hay quienes se tumban en el césped que se extiende prácticamente por todo el recinto universitario y otros aprovechan para tomarse el apertitivo o la merienda en las mesas de madera que también alberga el campus. Cuando cae la tarde, entre semana, los deportistas cobran protagonismo y atraviesan los caminales de la Universidad para ponerse en forma.

Varias personas montando en bicicleta concentradas en uno de los viales del campus ilicitano. | MATÍAS SEGARRA

Ese lleno que está experimentando la UMH en los últimos meses, en parte acelerado por la pandemia que ha disparado las ganas de disfrutar al aire libre, ha sido recibido por el rectorado como un objetivo cumplido. «Siempre hemos querido integrar el campus en la ciudad y que la Universidad fuera un espacio para todos. Estamos muy contentos con lo que está ocurriendo», aseguró Raúl Reina, vicerrector de Inclusión, Sostenibilidad y Deportes.

Un tránsito que por ahora no está generando incidencias en la urbanización, ya que, según el responsable del área, la gente está siendo respetuosa con las instalaciones, al margen de concentraciones puntuales de jóvenes que en ocasiones han superado el límite de reuniones impuestas para frenar el coronavirus.

Vallado

Desde la Universidad apelan a la responsabilidad, aunque cuentan con un servicio de vigilancia permanente que se desplaza por el campus con coche eléctrico. No obstante, pese a haber conseguido acercar el campus al ciudadano más allá de la actividad académica, el Rectorado de la UMH todavía no abandona su intención de «perimetrar» el recinto para ganar en seguridad, «como ocurre en cualquier gran parque», apuntó Reina. Eso teniendo en cuenta que los edificios albergan un importante y valioso material de investigación y equipos informáticos. No en vano, esa medida que en el seno de la Universidad no prevén a corto plazo, no va a impedir que los ciudadanos sigan utilizando el campus como en el lugar de esparcimiento que se ha convertido estos meses. Es más, según el vicerrector de Inclusión, Sostenibilidad y Deportes, la idea es mejorar la señalización y crear más accesos para facilitar a la gente la entrada al recinto universitario. El protagonismo para el peatón y la conexión de los edificios ha sido clave en las obras que durante más de una década han ocupado el campus ilicitano, lo que ha precisado de una inversión millonaria. Una transformación que todavía no ha acabado.

Queda por culminar el edificio departamental que se encuentra próximo a la Escuela de Idiomas y la urbanización de su entorno, además del centro cultural de la Valona cuyo proyecto está en ejecución, así como terminar de desarrollar el espacio comprendido entre el Poblado Científico y el edificio Arenals.

300 árboles

Hace un año la Universidad Miguel Hernández ponía punto y final a la tercera fase de las obras y ajardinamiento del campus que costaron cerca de dos millones de euros. Consistieron en la reurbanización de la parte oeste del campus, en la construcción de una gran plaza frente al edificio Altabix de 4.000 m² de superficie, la creación del circuito de running de 2.400 metros de recorrido circular, que combina distintos tipos de pavimento (hormigón, césped artificial, pavimento continuo de caucho, gravilla y arena). También se instalaron nuevos colectores de drenaje e imbornales y renovaron la totalidad del alumbrado exterior. La vegetación es una de las apuestas que más llama la atención. Se plantaron 300 árboles. Fue en 2008 cuando la UMH daba inicio a la segunda fase de la urbanización con el reto de ordenar un territorio disperso y definir los viales para unir las distintas construcciones que han hecho crecer el campus ilicitano.

Reuniones saludables al aire libre en la UMH

«Meets Saludables, una alternativa a las reuniones en espacios cerrados donde la actividad física toma protagonismo» es la iniciativa que ha presentado esta semana la Universidad Miguel Hernández (UMH) para fomentar el uso del campus como lugar de esparcimiento al aire libre. Ante las restricciones interpuestas por el covid-19, estas reuniones las promueve el Rectorado como una opción pertinente para evitar reuniones en espacios cerrados, siempre manteniendo las directrices en cuanto a contacto físico, distancia interpersonal y uso de la mascarilla.