Como yo llegué tarde al voleibol no te conocí a ti, José García Parres como jugador, pero sí como entrenador y como persona. Como entrenador recuerdo el trabajo con los equipos, sobre todo, femeninos. Las tardes yendo y viniendo a por las chicas de La Romana. Los fines de semana eternos, volviendo los sábados a altas horas de la noche y los domingos comiendo en la carretera después de los partidos, con tu inseparable Vicente Girona, al que, por cierto, ayudaste en sus momentos más difíciles. Eran tiempos en los que como mucho se pagaba la gasolina de los viajes.

Como persona me viene a la memoria las horas que dedicabas a organizar los torneos de vóley playa en Santa Pola. Ir con el furgón alquilado a recoger la bebida, las camisetas, los trofeos que las empresas nos cedían, a montar y desmontar los campos de vóley cuando todo se terminaba y llevarlos al día siguiente al colegio Salesianos. O a preparar los viajes de los equipos nacionales, así como desvivirte por las tareas administrativas de tu club, el C.V.Elche.

Parres, segundo por la izquierda, junto a Bernabeu, Martí y Martínez

Cuando estuviste en la sección de Deportes de la Conselleria de Educación, te esforzaste en trabajar todos los días, fines de semana incluidos, en los Juegos Escolares de la Generalitat y cuando surgía algún problema, ahí siempre estabas tú dispuesto a solucionarlo.

Faceta

Formaste parte de la junta directiva de la Federación Valenciana de Voleibol ayudando en esta faceta a Arturo Ruiz, amigo y presidente, aportando no un granito de arena, sino una duna entera para mejorar el vóley en la Comunidad, planificando calendarios, modificando bases de competición, organizando partidos internacionales, selecciones autonómicas a las cuales acompañabas. Pocas cosas se te pasaban. En la última asamblea presencial celebrada a finales de junio de 2020, en la residencia de la Universidad de Alicante ahí estabas tú, en la puerta de la calle para que nadie se equivocara de lugar y pasara de largo.

La última vez que hablé contigo fue el pasado 22 de enero para comentarte cómo quedarían las competiciones suspendidas por la pandemia que nos invade. Y ahí estabas como siempre ayudando en todo lo que podías y sin querer decirnos la enfermedad que seguramente ya tenías.

Muchas gracias por haber dedicado toda tu vida al voleibol y al deporte.

Nunca te olvidaremos.