Preocupación por las aglomeraciones de jóvenes en el autobús a la salida de los institutos en Elche. Eso es lo que ha traslado el grupo municipal del PP, pero que el equipo de gobierno considera que está controlado con las medidas que se vienen adoptado.

Los populares entienden que se deben adoptar acciones adicionales, sobre todo coincidiendo con las horas de entrada y salida a los centros de Secundaria, mientras que el ejecutivo responde que las que hay vigentes son mucho más exigentes que las que exige el Gobierno central y que además se están cumpliendo.

No lo ven así desde las filas populares. La edil Inmaculada Mora mostraba este lunes su inquietud y aseguraba que, en esas horas punta, se superan los aforos recomendados y que «hay un problema grave de aglomeración», por lo que pedía nuevas medidas, como la reducción del número de pasajeros en los vehículos, al menos en esos intervalos, a la vez que reforzar el número de autobuses.

Esther Díez, la edil de Movilidad, considera por su parte que esa reducción de aforos ya se cumple de facto y también los refuerzos cada cinco minutos. De hecho, remarca que el número de viajeros en los buses urbanos ronda, con datos en la mano, el 50% en comparación con un año no covid. Además, insiste en que hay inspectores de refuerzo para constatarlo, sin olvidar que el Ejecutivo central permite una ocupación del 100% de los vehículos. En Elche, la ocupación del bus no puede superar el 75%.

«Somos conocedores de la estrategia que la Concejalía de Movilidad ha llevado a cabo al respecto, como son la disminución del aforo de los autobuses a un 75% y el refuerzo del servicio en esos momentos puntuales, garantizando el trasporte cada cinco minutos. Del mismo modo, hemos visto cómo la empresa de autobuses ha realizado una gran labor con respecto al cumplimento de los protocolos covid, como son la desinfección de los autobuses al finalizar el día y el mantenimiento de las ventanillas abiertas, todo ello certificado por AENOR», apuntan desde las filas populares.

Pero el PP va más allá y se hace eco de quejas de algunos conductores que «mendigan» mascarillas FFP2. La edil Esther Díez responde que se dan a todos ellos. Otra cosa es que las quieran utilizar, agrega. No obstante, Inmaculada Mora replica que solo se da una mascarilla de este tipo a la semana, y la misma sirve para un único día, además de añadir que en algunas ocasiones las ventanillas no van abiertas, según asegura que ha podido comprobar ella misma, la cual se trasladó a varias paradas de autobús.

Esther Díez matiza que no solo no se abren las ventanillas, sino que además está en marcha el sistema de renovación de aire «cada minuto» en los vehículos.

Entre medias, sobre este asunto Vox recuerda que la Policía Local está presente para tratar de controlar estas situaciones cerca de los centros educativos, pero que «en la adolescencia se pierde el sentido del peligro».

Además de todo ello, desde el principal partido de la oposición plantean que deberían sellarse las cabinas donde se ubican los conductores, algo que el equipo de gobierno rechaza, al considerar que además de colocarse mamparas desde un principio, «lo importante no es que sean herméticas, sino que se renueve el aire», en palabras de la edil de Movilidad Urbana.

«Sin embargo, no son medidas suficientes, pues aún así existe la incertidumbre y el temor de los padres y alumnos, que siguen observando cómo los autobuses se siguen colapsando y cómo en la espera de los mismos existen aglomeraciones», apuntan por su parte desde el PP, el cual reclama ya la introducción de nuevas formas de pago como el pago electrónico en el interior de los autobuses, para evitar, en la medida de lo posible, el pago en metálico por ser un método de transmisión el contacto directo.

Estas peticiones, recogidas en una moción, no salieron en cualquier caso este lunes adelante en el pleno ya que aunque toda la oposición votó a favor, el ejecutivo lo hizo en contra.