El pasado 19 de febrero la concejala de Urbanismo de Elche, Ana Arabid, anunció que la junta de gobierno acababa de aprobar el solicitar de nuevo a la Dirección Territorial de Cultura y Patrimonio el proceder «cuanto antes» a la cubrición de los restos arqueológicos del entorno del Mercado, tal y como ya se propuso sin éxito el 11 de diciembre de 2019. Dos semanas antes, el 5 de febrero de 2021, la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amogara, firmaba una resolución en la que le decía al Ayuntamiento que no tiene facultades para cubrir nada, «al no tener la legitimación exigible para solicitar la autorización patrimonial al amparo de los artículos 60 y 62 de la Ley 4/1998 del Patrimonio Cultural Valenciano». Es decir, el Ayuntamiento ha vuelto a pedir algo que, a tenor de lo que dice la directora general, es inviable.

¿Por qué lo es?, esto lo aclara Amoraga en la resolución. Lo es porque el Ayuntamiento firmó un contrato con Aparcisa para la concesión de obras (que debía servir para construir un nuevo mercado con aparcamiento subterráneo) y con aquel acto la mercantil adquirió la condición de promotor. Y el artículo 62 lo que viene a decir es que es al promotor al único que va a escuchar la Conselleria porque ha adquirido, «el derecho a efectuar la realización de cuantas acciones sean necesarias (...) y entre las que se encontraría la posibilidad de promover las obras». Es decir, el día que firmó Mercedes Alonso el contrato con Aparcisa le entregó un cheque en blanco.

"No cabe la cubrición sin que intervenga el legítimo promotor, que debiera ser el protagonista absoluto de la relación"

El anuncio de la concejala Arabid no tiene mucho sentido si se tiene en cuenta una resolución tan contundente como la del pasado día 5 y que sirvió para zanjar en vía administrativa la disputa que desde diciembre de 2019 mantenían Ayuntamiento y Aparcisa sobre la cubrición. La empresa se niega y quiere continuar las catas, mientras el Ayuntamiento está en vías de rescindir el contrato, expediente que en estos momentos está en el Consell Jurídic Consultiu esperando ver qué dice.

Dicha resolución de la Dirección General dio la razón a Aparcisa en ese conflicto y también acordaba retroceder el procedimiento al inicio de la solicitud de la autorización de cubrición que realizó el Ayuntamiento ese 11 de diciembre de 2019, con lo que pretende que ambas partes lleguen a un acuerdo y que sea el promotor el que lo solicite lo que, a tenor de cómo están las relaciones entre ambos, parece imposible. Y lo retrotrae a ese momento porque, dice, Amoraga, el Ayuntamiento de Elche ha mostrado «un interés manifiesto por la salvaguarda y protección del patrimonio arqueológico exhumando en las excavaciones del proyecto (...) atendidas las causas de seguridad e interés general concurrentes y en cumplimiento de la obligación que ostenta esta Dirección General de velar por el patrimonio cultural, se sugiere la necesidad y conveniencia de la cubrición de los restos arqueológicos hallados, para que los ilicitanos puedan retomar el uso común general de esas calles afectadas hasta que las partes diriman sus controversias en relación con la ejecución del proyecto definitivamente». La directora general «sugiere» y lo ve «conveniente» y a eso se acoge el Ayuntamiento para volver a pedirlo.

"No es admisible tampoco que el Ayuntamiento le desplace de esa posición (a Aparcisa) e instrumentalice a esta Conselleria» "

Y ese cheque en blanco que tiene Aparcisa para la defensa de sus derechos no es baladí porque tiene atado de pies y manos al Ayuntamiento. Sólo hay que leer algunos párrafos de la resolución para entenderlo. La Dirección General realiza varios reproches, como que tomara la decisión de cubrición omitiendo «trámites fundamentales» como que Aparcisa pudiera «acceder íntegramente a los documentos que conforman el expediente». Y recuerda, entre otras cosas, las siguientes: «el Ayuntamiento debería haber propuesto a la concesionaria Aparcisa, como titular de las obras con las que se desarrolla el proyecto acordado, la realización de las actuaciones de cubrición (...) La actuación arqueológica promovida e impulsada por el Ayuntamiento de Elche, careciendo de la legitimación para ello, no resulta encuadrable entre aquellas dirigidas al cumplimiento de las condiciones que imperativamente determina la Conselleria (...) Se trata de una actuación puramente potestativa u opcional (...) No puede resultar exigible a la mercantil la ejecución de un acto viciado de anulabilidad apercibiéndola (el Ayuntamiento), en caso de incumplimiento, de su ejecución subsidiaria por sus propios medios y a costa de aquella (...) no cabe la cubrición sin que intervenga en absoluto el legítimo promotor, que debiera ser el protagonista absoluto de la relación jurídico administrativa (...) Esta administración no puede hacer caso omiso a la condición de promotor, lo que comporta un derecho subjetivo frente a todos, como no es admisible tampoco que el Ayuntamiento le desplace de esa posición e instrumentalice a esta Conselleria para conseguir un título habilitador frente a la mercantil al margen de su relación concesional».

Negocios cerrados y muchos otros esperando el milagro

Mientras el alcalde de Elche anuncia un concurso de ideas para convertir el actual mercado en una enorme plaza de ocio, comercio y gastronomía, los propietarios que viven frente a una valla desde hace años están desesperados. Muchos aguardan a que algún día la plaza, que sería la más grande del centro, avance y la promesa del regidor se convierta en una realidad. Pero para ello falta mucho tiempo porque el asunto ya ha acabado en los juzgados sin que todavía haya visos de que el expediente por el que se resolvió anular la concesión sea firme. Nadie duda que ese es un asunto que acabará en los juzgados y durante muchos años...