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Profesora de nutrición y bromatología en la UMH.

Ana Belén Ropero Lara: «El problema que tienen las dietas milagrosas es que están más ligadas a la estética que a la salud»

Internet es el escenario perfecto para que proliferen las dietas milagrosas que garantizan resultados instantáneos y todo tipo de bulos sobre la nutrición. La experta de la UMH Ana Belén Ropero Lara analiza esta problemática y desmiente con argumentos buena parte de los engaños.

La profesora del área de Nutrición y Bromatologíade la UMH Ana Belén Ropero Lara. información

Una de las últimas modas en cuanto a las dietas son las «detox», ¿son tan milagrosas como se anuncia en internet?

Las dietas milagrosas llevan tiempo de moda porque prometen resultados rápidos y, en el entorno social y económico actual, lo que impera es la rapidez. Perder peso cuesta trabajo y estas dietas prometen lo contrario, efectos rápidos. Un grave problema es que la mayoría de ellas están más ligadas a cuestiones estéticas que a la salud. Y, desde el punto de vista de la salud, no son recomendables. Tienen efectos negativos y, en el momento que las dejas y vuelves a tus pautas alimentarias, se produce el efecto rebote y se vuelve a ganar peso. Lo mejor es acudir a un profesional que haga un estudio y enseñe a comer adecuadamente.

¿Qué se esconde detrás de la proliferación de estas dietas?

Las «detox» están asociadas a un interés comercial por la venta de productos a los que se les asocian propiedades detoxificantes. No es algo que se le haya ocurrido a alguien. Luego venden los batidos de verduras o frutas a precio de oro. Los presentan como si fueran la panacea y no dejan de ser batidos que se pueden hacer en casa. Algunos llevan añadidos otros ingredientes pero eso ya es más secundario. Hay una falsa teoría que sostiene que necesitamos este tipo de productos como si estuviéramos siempre expuestos a los tóxicos.

¿Por qué hay tantos bulos en internet vinculados a las dietas?

Porque es muy fácil hablar sin que nadie te exija pruebas de lo que estás publicando en internet. Ya tenemos el hígado y un sistema que está preparado para eliminar las toxicidades. Pero es un discurso que queda muy bonito. Hay que tener más responsabilidad social para decir ciertas cosas. Los bulos y la desinformación que ahora aparecen sobre la vacunación del covid-19, existen en nutrición desde hace años. Es algo que está muy cercano a la población y, por ese motivo, muchas veces se pierde la percepción de que es una rama científica. No es algo como las emociones, que cada uno las siente de una manera diferente.

¿Cuál es su pensamiento ante lo que está contando?

Parece que nuestro trabajo sea desmentir lo que otros van publicando sin ninguna razón. Hay que tener en cuenta cuatro características para detectar las webs fraudulentas: las que no aportan referencias, no cuentan con la participación de personas especializadas, no fomentan los hábitos saludables y solo comentan efectos beneficiosos. Lo mejor es alejarse de este tipo de webs porque no aportan nada. Sobre todo cuando venden productos y tienen intereses comerciales.

Lo que es evidente es que los milagros no se producen...

Depende de lo que quieras obtener. Si lo que buscas es perder un poco de peso para una boda porque no te cabe el traje o el vestido, igual te sirve. Tienes que ser consciente de los riesgos que corres y sus efectos para la salud. Los especialistas siempre hablamos desde el punto de vista de la salud. Luego se pueden hacer burradas bajo el riesgo que cada uno quiera correr. Lo importante es tener información y no sucumbir a los engaños comerciales. En la publicidad que utilizan siempre aparecen mujeres jóvenes y delgadas y muchas veces hacen uso de Photoshop. Repito que el objetivo en las dietas tiene que ser la salud y no la estética.

¿Los alimentos de los supermercados cumplen con la normativa en sus etiquetas?

Hay una legislación que la mitad de las declaraciones nutricionales no cumple. Algunas veces es porque no hacen buen uso de esa declaración. Utilizan la legislación con afirmaciones que son atractivas para el consumidor. Y la percepción que nos queda es que son saludables. La Unión Europea intentó poner en marcha un mecanismo para proteger al consumidor pero no se llevó a cabo. Hay alimentos que no son recomendables y se centran únicamente en la característica nutricional que le interesa al fabricante. Hay cereales con muchas vitaminas que no destacan los azúcares añadidos. O alimentos que se venden como light, como mayonesas o margarinas, que no son recomendables.

¿Qué puede contar sobre los alimentos dirigidos a los niños?

Hay países que están limitando la publicidad de alimentos no saludables dirigidos a niños. España tiene esa intención utilizando el sistema Nutriscore. Mejor eso que no hacer nada. Creo que las instituciones no cumplen con su papel de protección al consumidor, hay muchas iniciativas que no se ponen en marcha. Se han hecho intentos, como el de quitar las máquinas de «vending» en colegios e institutos. Los padres somos los primeros que ponemos dificultades para fomentar la salud de los niños, nos falta consciencia. Hace falta un compromiso entre instituciones, gobiernos, familias y empresas. Venden más las galletas con azúcares añadidos que las tortitas de cereales, es el camino fácil.

¿La obesidad es la gran epidemia del siglo XXI?

El covid-19 pasará y nos quedaremos con el problema de la obesidad, que mata a más gente. No somos conscientes, supongo que porque vemos que sus efectos son a largo plazo. Llevamos muchos años hablando de esto y parece que se ha perdido sensibilidad. Muchas veces los individuos cargamos la responsabilidad sobre los demás. Y falta mucha información, en ocasiones por los intereses comerciales, otras por desconocimiento y otras por falta de respeto a la ciencia. Cuesta mucho que la población tome partido porque a mucha gente le da lo mismo. A veces los profesionales nos sentimos como el llanero solitario que le planta cara a un problema.

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