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Tribuna

Aquel Museo de Arte Contemporáneo (y 2)

Exposición inaugurada hoy en Elche. ANTONIO AMORÓS

Resumen de lo publicado: El Museo de Arte Contemporáneo de Elche se inauguraba el 13 de agosto de 1980. El 8 de mayo de 1981 se aprobaba en el pleno del Ayuntamiento el Reglamento de Régimen Interior del Museo. Sixto Marco sería director y Alberto Agulló, secretario.

El 26 de mayo de 1984, La Verdad reflejaba la dimisión de Alberto Agulló de sus funciones. Éste y sus afines proponían dar entrada en él a las nuevas generaciones, Sixto recalcaba la importancia de que contase con una colección de pintura estable: «No quiero que salga de aquí ningún cuadro. Si la obra de un pintor es mediocre, intentaré con buenas palabras conseguir otro más, pero no devolver la que nos ha dado. Con ese sistema, en el siglo XXI Elche contará con una colección de arte muy importante». Es decir, se apuntaba un museo monográfico de arte social.

El 27 de noviembre de 1987 surgía en Elche Esbart Zero (Andreu Castillejos, Casto Mendiola y Juan Llorens), artistas representados en el Museo y convencidos de la función crítica del arte. Su foco de interés sería el consumismo. Abogaban por la democratización del arte y la desmitificación del «artista-genio».

En abril de 1988, la sección crítica del museo nos daba para firmar un escrito dirigido al alcalde Manuel Rodríguez: «Desde la inauguración del Museo y después de muchos años de olvido, estancamiento y pésima gestión rectora, los artistas que avalan con su firma este escrito, creemos que va siendo hora, que por parte de todos lo pongamos definitivamente en marcha, para que dicho Museo actúe con el fin para lo que fue creado, como portavoz de la tónica cultural de nuestra ciudad, exponente y recipiente de la plástica contemporánea, un museo vivo y abierto a todo aquello que lo dinamice. Por todo esto expresamos a continuación una serie de puntos que ayuden como base de partida para una rápida y muy deseada reactivación». Entre otras medidas, se pedía la disolución inmediata de la Junta Rectora y General y la modificación parcial de los estatutos.

En agosto de 1991, Esbart Zero y Kunst For Livet (Arte por la Vida), de Dinamarca, promueven el Proyecto Víbora o pintura mural sobre el lecho del Vinalopó a su paso por Elche con invitación abierta a todos los pintores. Una actuación de carácter colaborativo que se encuadraba perfectamente dentro de las funciones primordiales del Museo: acercar el arte a la gente. En 1993 fallecía el crítico de arte Ernesto Contreras, ideólogo del Grup d’Elx, que de alguna manera inducía ideas para el funcionamiento del museo. «La propuesta de creación del museo la hicimos diez años antes de que se inaugurara. Aquel proyecto fue acogido por el Ayuntamiento de entonces, pero no prosperó porque los estatutos permitían al alcalde hacer y deshacer a su gusto. Hubo que esperara la constitución del primer Ayuntamiento democrático para que se hicieran unos estatutos de común acuerdo entre municipio y pintores» (La Verdad, 26.V.1984).

El 14 de mayo de 1998, INFORMACIÓN reflejaba la opinión de Alberto Agulló de que el Museo debía caminar hacia la especialización en pintores contemporáneos de la provincia, para que se convierta en referente para todos aquellos investigadores: «Si nos metemos a nivel nacional, por muchos millones que pudiera poner el Ayuntamiento, no tendríamos un museo completo». ¿Se estaba pensando en un museo «monográfico» de los pintores del rodal solamente? Sixto fallecía en 2002, a los 86 años de edad.

El 14 de agosto de 2004 se inauguraba la rehabilitación del Museo después de meses cerrado. La nueva distribución de obras estuvo a cargo de los artistas Díaz Azorín, Alberto Agulló y Arcadio Blasco. Unas semanas antes Alberto me había pedido que cambiara el cuadro que tenía en el Museo, un tanto outsider, por dos piezas grandes del periodo canario. También aumentamos la representación de Andreu y Casto. Y ahora algo que te va a gustar, me decía Alberto con su mejor sonrisa: «ves con tu furgoneta a casa de Tomás Almela y que te dÉ un cuadro para el Museo». ¡Bravo! En la inauguración, el alcalde Diego Maciá manifestaba a los medios que las obras de arte expuestas tendrían un carácter permanente, «salvo que haya adquisiciones, política que deberá decidir la Junta gestora. Con lo que sí podrá contar el Museo es con intercambios temporales de obras con otros museos de relevancia» (La Verdad 15.VIII.2004). Por fin quedaba fijada la colección del Museo. Alberto fallecía en el año 2018, a los 87 años.

El Art. 3º del Reglamento de Régimen Interior decía: «El museo dispondrá de dos tipos de conservadores, los honorarios, constituidos en una primera etapa por los miembros fundadores del Grup d’Elx, que a su muerte serán sustituidos por artistas representados en el museo y designados por la junta rectora, y los profesionales u honorarios en las diversas facetas museográficas…», Cuarenta años después de su inauguración, tal vez sea el momento de dar las gracias a los artistas y políticos que posibilitaron una colección así. Continuará…

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