¿El Palmeral de Elche como espacio agrícola, como centro de visitantes o como escenario de hoteles y residencias de la tercera edad? El uso que deberá darse al Palmeral de Elche para garantizar su supervivencia y la reivindicación de fondos públicos para poder conservarlo centraron ayer el primer debate en las Cortes Valencianas previo a la aprobación del proyecto de una ley para proteger el Patrimonio de la Humanidad después de 35 años desde que se aprobara la primera normativa. Los ponentes reclamaron a los grupos políticos evitar las ambigüedades de una normativa que está en su fase final para ver la luz y que de ella dependerá salvar de la degradación el vergel ilicitano. Son muchas las diferencias de criterios que se defendieron para conseguirlo, pero la mayoría de colectivos y particulares alabaron la ley como una necesidad vital para la ciudad y coincidieron con el texto ya redactado que aboga por recuperar la agricultura dentro de los huertos, como lo hicieron los árabes en sus orígenes, aunque reconocieron que no es suficiente. Tampoco faltaron las críticas al Ayuntamiento por cómo ha gestionado a lo largo del tiempo un paisaje único en Europa, que ha acabado transformándose en una zona verde en el interior de la ciudad y en muchos casos en forma de parques perdiendo su esencia original.
«No queremos construir a costa de los huertos y convertir el Palmeral en jardines»
El reclamo más unánime fue sin duda la necesidad de asegurar una financiación pública para el Patrimonio de la Humanidad. Volem Palmerar, que abrió el debate con frases muy contundentes como «el Palmeral se muere, es presa del ladrillo» y «esta ley nos da esperanzas» criticó que es de risa que Elche recibiera 10.000 euros del Consell en 2019 para este Patrimonio y 40.000 euros en 2020, cantidades irrisorias que le sirvieron para afear en el parlamento valenciano afirmando que si el «Palmeral estuviera en València o en Madrid estaría mejor cuidado». La incapacidad del Ayuntamiento en mantener al día los huertos de palmeras es una realidad que en los últimos meses ha reconocido el propio alcalde, Carlos González, y que supondría, según las estimaciones municipales dedicar entre dos y tres millones de euros.
«Ha sido un desacierto que los huertos no vayan a catalogarse como suelo rural como pretendíamos»
«La conservación de esta gran superficie requiere de importantes recursos»
Más allá de cómo costearlo, a la palestra salieron otras preocupaciones. Una de las más debatidas fue la edificabilidad que permitirá la nueva ley. En el extremo más proteccionista, la asociación de arquitectos Ruskin Coffee fue tajante y se mostró en contra de museos y centros de interpretación en la zona reconocida por la Unesco como recoge el proyecto de ley. «Ya tenemos edificios de sobra dentro de los huertos, ni uno más. Caben en solares fuera de Palmeral, que se hagan en zonas de amortiguamiento y no en el interior de los huertos», señaló su portavoz, José Antonio Pascual. Una visión compartida por Volem Palmerar, que pidió revertir los usos no autorizados y muy alejada de la que defendió el Instituto Ciudad Idea de Elche. Este colectivo se mostró partidario de hacer compatible el Palmeral, incluidos los huertos tradicionales, con residencias de la tercera edad, hoteles y hasta oficinas respetuosas con el paisaje.
«Esta ley limita los usos del Palmeral a los tradicionales y eso conlleva el abandono»
«Que los huertos donde se construyeron colegios vuelvan a tener las acequias que perdieron»
Para esta asociación, con la nueva ley los propietarios «se verán abocados al abandono de los huertos porque pasarán al ámbito público y no hay fondos para ello».De cualquier manera, los comparecientes insistieron en que la ley ate bien lo que se podrá y no se podrá hacer en el Palmeral, porque, según reconoció hasta Pablo Ferrando, miembro de la comisión designada por el Ayuntamiento para elaborar el borrador de ley, la norma no recoge ningún uso prohibido de manera expresa, lo que puede arrojar muchas dudas. Las ayudas a los propietarios de huertos y la protección del oficio de productor de dátil como Bien de Interés Cultural (BIC) al igual que se va a hacer con el palmerero fue otra de las peticiones que llegaron a las Cortes de la mano del sector. La próxima semana continuarán las comparecencias antes de que los partidos elaboren sus enmiendas y se someta el proyecto de ley a votación.