Una vez que el Ayuntamiento ha enterrado las excavaciones del Mercado Central, ha despejado la plaza de las Flores de vallas, está pintado los desperfectos del edificio de abastos y el proyecto para construir un nuevo inmueble de abastos con un parking subterráneo está más de romperse definitivamente, arquitectos, asociaciones locales, familiares de Santiago Pérez Aracil y vecinos han solicitado al Ayuntamiento de Elche y a la Conselleria de Cultura la protección del inmueble de estilo racionalista al considerar que es el de mayor importancia arquitectónica de esta parte urbana. El colectivo asegura que la Conselleria dispone de, al menos, cuatro informes técnicos que abogan por esta protección.

De este valor no solo hablan ellos, los suscribió la directora directora general de Patrimonio, Carmen Amoraga, en respuesta a una primera petición realizada en 2015 por el Colectivo de Defensa del Patrimonio Ilicitano. "En cuanto a la declaración como Bien de Relevancia Local del edificio del Mercado Central, los informes indican que el inmueble debería contar con catalogación municipal, siendo por tanto competencia del Ayuntamiento realizar su inscripción en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos. Su posible declaración como Bien de Relevancia Local, que deberá evaluarse en función de la arquitectura del entorno y de la presencia de restos materiales que forman parte de los baños árabes, corresponderá asimismo instarla al Ayuntamiento de Elche, tal y como determina tanto la Ley 4/1998 de 11 de junio, de Patrimonio Cultural Valenciano, como el decreto 62/2011, de 20 de mayo, del Consell por el que se regula el procedimiento de declaración y el régimen de protección de los bienes de relevancia local". La arquitectura de este inmueble obedece a parámetros de racionalidad arquitectónica, con un lenguaje evidente de sinceridad constructiva, en la pretensión de acomodar racionalidad con economía de medios expresivos. Planteamientos que son muy propios de la arquitectura española durante aquellos años, finales de la década de los años 1950. Con la pretensión de conectar con las corrientes avanzadas de la arquitectura europea y mundial".

Esta nueva petición por parte de los defensores del patrimonio ilicitano se efectúa una vez que el Ayuntamiento ha anunciado la convocatoria de un concurso de ideas entre los profesionales para la urbanización del entorno del Mercado Central, iniciado el trámite para la inclusión de los baños árabes y los refugios antiaéreos en el Catálogo de Edificios Protegidos en calidad de Bien de Interés Local. Según advierte el colectivo en un comunicado, la modificación del Catálogo de Edificios Protegidos, actualmente en trámite, no incluye el edificio a pesar de los informes técnicos emitidos por la conselleria. Sólo de los baños árabes y los refugios antiaéreos. Por este motivo, en la copia del documento remitido al departamento del conseller Vicent Marzá se pide que, si el Ayuntamiento no otorga protección alguna al edifico, aplique el artículo 47.4 de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano que establece que la Conselleria puede iniciar el procedimiento si no lo hace la Administración local.

La petición remitida al Ayuntamiento con copia a la Conselleria incluye planos del edificio, de sus elementos singulares y peculiaridades, referencias de otros mercados racionalistas que cuentan con protección urbanística o patrimonial como son los casos de Puerta de la Carne (Sevilla), Maravillas (Madrid), Úbeda o San Agustín (La Coruña) así como de edificios diseñado por el que fuera arquitecto municipal y del propio Mercado Municipal, Santiago Pérez Aracil. El documento cuenta con el apoyo, entre otros, del Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana, Lluis Sendra; el arquitecto inspector de Patrimonio Artístico de la Conselleria de Cultura hasta 2016, Santiago Varela; la arquitecta especialista en patrimonio industrial y gestora del blog Patrimonio Industrial Arquitectónico, miembro de ICOMOS, Diana Sánchez Mustieles; el alcalde de Elche entre 1987 y 1995, Manuel Rodríguez; el concejal de Urbanismo en la anterior legislatura, José Manuel Sánchez, o descendientes del arquitecto Santiago Pérez Aracil, como su hija, la ceramista Sol Pérez.