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Opinions des d’Elx

La nueva ley del Palmeral inicia su debate

LA NUEVA LEY DEL PALMERAL INICIA SU DEBATE

Estos días, en Les Corts Valencianes, se debate sobre la nueva Ley del Palmeral de Elx. En la Comisión de Cultura ya han podido intervenir varias personas, de diversos colectivos, para exponer sus puntos de vista sobre la nueva normativa y el lunes próximo lo harán otras más.

Se pasará, después, al debate entre los grupos parlamentarios. El texto de la nueva Ley, que sustituirá a la vigente de 1986, incorpora mejoras sustanciales sobre la actual y sobre los primeros anteproyectos de la misma. Téngase en cuenta que la nueva norma se anunció, por el conseller Vicent Marzà, en visita a Elx en junio de 2017, hace casi cuatro años. Aquella primera documentación de la nueva Ley resultó decepcionante: junto a algunas mejoras permitía una serie de usos que podían resultar muy perjudiciales a un palmeral que, recordemos, desde el año 2000 es Patrimonio de la Humanidad.

La escasa, por no decir nula, participación ciudadana en su elaboración puede estar detrás de las deficiencias que planteaba la nueva Ley que presentó Consellería. Y es difícil de explicar cómo, un Ayuntamiento con PSOE y Compromís, no aprovechó la posibilidad que el nuevo Consell, al contrario de lo que había pasado en la etapa del PP, ofrecía para hacer una nueva Ley. Se podía y se debía haber hecho una campaña de participación ciudadana en la que, personas y colectivos interesados pudieran opinar sobre el palmeral, sobre cómo pensaban que estaba y sobre cómo esperaban que una nueva Ley garantizara mejor su protección y mejora.

La ausencia de dicha participación previa ha sido una queja constante en la mayoría de intervenciones que se han oído estos días en Les Corts. Y, aunque la Ley se ha mejorado, aún falta cerrar algunos flecos para evitar interpretaciones que puedan distorsionarla en el futuro. Un palmeral que es Patrimonio de la Humanidad debe gozar de la máxima protección. Y eso implica un cambio en la percepción que, del mismo, se ha tenido en la ciudad y, especialmente, en el Ayuntamiento. Y es algo que este, desde que la UNESCO así lo declaró hace 20 años, debería haber adaptado esa nueva realidad a su PGOU. Nunca lo hizo, y eso está siendo fuente de frecuentes conflictos urbanísticos, ya que prioriza a éste ante las exigencias de mayor protección que la declaración como patrimonio requiere.

Por esa misma razón, debe quedar clara la prohibición de nuevas construcciones, sin excepciones, en los huertos en zona UNESCO y Núcleo. Debe tenderse a recuperar y mantener su tipología tradicional. Cualquier nueva dotación deberá hacerse fuera de los mismos. Y limitar posibilidades de ampliación o nuevas construcciones en aquellos que dispongan de dotaciones en uso, y plantear alternativas para recuperar los huertos afectados, en caso de que las mismas pierdan su función, como podría ser el caso de algunos colegios. Igual pasa con el tema del encaperuzado en estos huertos: no debe hacerse en ellos por sus especiales características y sí en aquellos otros que lo permitan. Y la nueva Ley debería garantizar mejor el apoyo económico al Ayuntamiento en su mantenimiento. Y este deberá tratar mejor al mismo, darle la importancia que se merece. Hace falta una mejor y más amplia plantilla específica y con más medios. La calidad de las aguas debe mejorar y recuperar acequias y sistemas tradicionales de riego. Apostar por la renovación y nuevas plantaciones. Rescatar la oscura concesión del Instituto de la Palmera y apoyar su investigación y mejora. Evitar usos incompatibles con los valores que la UNESCO valoró para su declaración, etc.

Aún es posible mejorar el proyecto de esta Ley. Hay que intentarlo. El Palmeral no está en su mejor momento, pero todavía es recuperable. Hay que cambiar la percepción tradicional de que en los huertos cabe todo, por una actitud realmente proteccionista como la UNESCO exige y que, hasta ahora, poco se ha visto.

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