José O.L., de 59 años de edad, se enfrenta a 18 de cárcel por la supuesta agresión sexual y retención de una discapacitada mental, hechos que fueron denunciados el 10 de agosto de 2019 por sus padres y que mantienen al procesado en prisión desde entonces. La vista oral en la sección VII de la Audiencia Provincial, que tuvo lugar a puerta cerrada para proteger a la víctima, se desarrolló con muchos problemas pues el acusado se negó a reconocer al tribunal y a declarar, lo que provocó un retraso en una vista que por tercera vez se convocaba para dilucidar estos hechos. Al final quedó vista para sentencia. Según fuentes judiciales, en la fase testifical, el acusado había reconocido una relación sexual, aunque consentida.
Según el escrito de calificación de la Fiscalía, la víctima tenía una discapacidad del 66%, con trastorno generalizado del desarrollo. Entre las 0.15 y las 3.30 horas del día de los autos, la víctima se ausentó del domicilio familiar, por causas que se desconocen, dirigiéndose a un parque en las inmediaciones de la gasolinera Mora donde el procesado se dirigió a ella, «requiriéndole para que se fuera con él a su casa». Según el relato de hechos, la muchacha se negó y el acusado procedió a llevársela a la fuerza, cogiéndola del brazo, y causándole algunas heridas. De este modo la obligó a permanecer en su domicilio donde se habría consumado la violación, «repetidas veces a lo largo de la noche». Fruto de estas relaciones no consentidas la muchacha sufrió diversas lesiones.
Salir
Al día siguiente, la joven permanecía en la vivienda de su agresor, sin poder abandonarla porque este se marchó dejándola encerrada, mientras su familia se había echado a la calle en su búsqueda, pidiendo ayuda a la Policía Local. «Conociendo el procesado que los padres y la policía se encontraban buscándola, procedió a liberarla en su casa, llevándola hasta la puerta de un hipermercado donde se encontró con la policía local», dice el escrito del acusador público. El supuesto agresor fingió que se la había encontrado y así se lo dijo a los agentes. Para evitar que la muchacha dijera que había pasado durante aquellas horas, «la advirtió con matarla y le conminó para que dijera a la policía que había estado con un nego en el cementerio viejo».
Además de los 18 años de cárcel, 15 por la agresión sexual y tres por la detención ilegal, la Fiscalía solicita una indemnización de 8.000 euros por los daños morales sufrido y que no se pueda acercar a menos de 500 metros de la víctima por un periodo de cuatro años. En la vista, tanto los peritos como los policías se ratificaron en sus informes.
