El pleno municipal ilicitano ha aprobado hoy una moción de Compromís per Elx en la que se insta al Gobierno central a poner en marcha un proyecto piloto que estudie la reducción de la jornada laboral a cuatro días o 32 horas semanales, apoyando mediante incentivos a las empresas que lo apliquen. Esta formación ha contado con el apoyo del PSOE. Ciudadanos se ha abstenido y PP, Vox y el edil no adscrito han votado en contra.

 

Una reducción de la jornada laboral tendría un efecto positivo en la economía del país, ya que generaría nuevos puestos de trabajo, mayores ingresos para el sector del ocio y el tiempo libre, y reduciría el desempleo estructural. También sería positivo para el medio ambiente y ayudaría a la conciliación, especialmente a las mujeres, que a día de hoy se encargan mayoritariamente del cuidado de hijos, mayores y dependientes, según se recoge en una nota de prensa de dicha formación.

 

La edil Esther Díez ha recordado que los españoles somos “los europeos que más horas trabajamos pero de los que tenemos una productividad menor, y esta iniciativa trata de dar la vuelta a estos datos”. 

 

La portavoz ha recordado que “la Conselleria de Economía de la Generalitat Valenciana es pionera en España en la puesta en marcha de un plan de ayudas a las empresas que comiencen a implantar esta jornada, habiéndose sumando el Gobierno central con un programa similar” 

 

Esther Díez ha mostrado como ejemplo de este cambio a la empresa Zataca System, con sede en Torrellano, que “ya ha comenzado a profundizar en aumentar la flexibilidad y la conciliación, y han podido comprobar que se mejora en eficiencia y rentabilidad”, así como otros ejemplos que han funcionado positivamente como Microsoft en Japón

 

La portavoz del grupo municipal de Compromís per Elx, Esther Díez, lamenta que la oposición no haya votado a favor de esta moción, pese a que se ha explicado que es un plan de ayudas voluntario y flexible para adecuarse a cada sector”. 

 

Desde Compromís per Elx entendemos que apoyar la implantación de las 32 horas semanales supone un cambio de paradigma en el que se prima el bienestar personal, la conciliación y la perspectiva ecológica”.