El Laboratorio de Contaminación Atmosférica de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha instalado medidores de última generación en uno de los quioscos de la Glorieta para detectar y cuantificar la presencia de partículas de covid-19 en el aire de la ciudad de las palmeras. Este proyecto se está realizando de forma simultánea en València y Castellón y la institución ilicitana colabora con otras universidades de la Comunidad Valenciana y la fundación Fisabio.
“La Glorieta es una zona adecuada para el estudio, ya que cuenta con terrazas al aire libre y mucha vida que nos permitirán hacer un seguimiento de la presencia del covid-19 en el aire”, ha manifestado el rector de la UMH, Juanjo Ruiz, durante la presentación del proyecto. Las muestras se irán recogiendo a diario y, posteriormente, se analizarán en laboratorio, en un proceso similar al que se realiza con las pruebas PCR. El procedimiento de diagnóstico también es parecido al que se está haciendo con las aguas residuales y la información que se irá obteniendo permitirá que las autoridades sanitarias vayan adoptando distintas medidas en función de lo que establezcan los indicadores.
El proyecto está financiado por la Fundación BBVA y lo lidera la doctora Juana María Delgado Saborit, de la Universidad Jaume I (UJI) de Castellón. “El propósito es recoger muestras de aerosoles atmosféricos en el centro de las tres ciudades para detectar la carga genética del virus”, explica la investigadora de la UMH Nuria Galindo. Gracias a esta iniciativa se establecerá un sistema de alerta para predecir futuros brotes del covid-19, se podrán proponer medidas para evitar la propagación del virus y se alertará al sistema sanitario para que esté preparado.
“Entre la incubación del virus y el desarrollo de síntomas se inspiran partículas con una carga viral que es altamente contagiosa. Hay que estudiar ese desfase para predecir posteriores brotes de la enfermedad”, sostiene Galindo. Los captadores que se acaban de instalar en la Glorieta recogerán muestra hasta el mes de noviembre. El equipo cuenta con una bomba que hace circular el aire a través de un filtro, en el que quedan depositadas las partículas en suspensión en la atmósfera que no se ven a simple vista.
Esos filtros se trasladarán posteriormente a laboratorios en los que se congelarán para evitar que el virus se degrade. A esas muestras se les hará después una prueba similar a la PCR en la UJI para detectar y cuantificar la carga viral que determinará los posibles picos infecciosos. El proyecto fue concedido el pasado septiembre y en Elche acaba de arrancar, con la primera muestra recogida en la mañana de este martes. “Poner en marcha una infraestructura de estas características no es fácil. Una vez que se concedió la subvención, se han pedido los permisos para instalar los equipos en la vía pública”, apostilla Galindo.
Lo que no harán los captadores será alertar en tiempo real si se produce una elevada concentración del virus, sino que habrá que esperar a que las muestras sean analizadas en el laboratorio, al igual que sucede con las muestras biológicas humanas. “Sería muy interesante cuantificar la carga viral como sistema de alerta que ayude a predecir la llegada de brotes y evite contagios. Antes del verano esperamos obtener los primeros resultados preliminares”, finaliza la investigadora de la UMH.
El alcalde de Elche también ha estado presente en la puesta en marcha del proyecto. Carlos González ha puesto en valor la cooperación entre la Universidad y el Ayuntamiento “en cuestiones que son de interés para la ciudad”. “Esta iniciativa nos dará una herramienta muy valiosa de alerta para que los poderes públicos puedan adoptar medidas que contribuyan a controlar la pandemia y tomar decisiones”, ha añadido el primer edil ilicitano antes de destacar “la importancia de la ciencia y la investigación en la lucha contra un enemigo microscópico que tanto daño sanitario, económico y social está causando”.
En cuanto a la situación por la que atraviesa Elche, con tan solo diez personas ingresadas en los dos hospitales de la ciudad, González ha querido lanzar un mensaje de cautela: “Hay un suave crecimiento de los contagios en España y no podemos ser ajenos a lo que está ocurriendo. No se puede bajar la guardia ante los días que se avecinan, ya que son propicios para las relaciones sociales. Hay que extremar las precauciones y ser estrictos con la limitación del contacto social, porque es el instrumento más importante que tenemos para evitar la propagación del virus”.
La iniciativa para determinar la presencia del agente vírico en Elche está enmarcado en el convenio para el estudio de la calidad del aire que tienen establecido desde hace años la Concejalía de Medio Ambiente y la UMH. “Hay muchas evidencias científicas que indican que la aparición de este nuevo virus se da como consecuencia del cambio climático. Los estudios que realizamos nos permiten tener una fotografía con datos reales sobre el nivel de las partículas contaminantes en nuestra ciudad y orientar las políticas pública en la lucha contra la emergencia climática”, concluye la edil de Medio Ambiente, Esther Díez, antes de recordar que el 80% de las emisiones contaminantes en la ciudad ilicitana provienen del tráfico motorizado.
