Que nuestro Ayuntamiento no se caracteriza por su rapidez a la hora de resolver problemas es bastante evidente. Todo lo contrario pasa a la hora de prometer soluciones. Ahí hay que reconocer que debemos estar en los primeros lugares.

El tema del planeamiento urbanístico es uno de ellos. La revisión del PGOU viene siendo prometida desde hace años. El pasado mes de diciembre se expuso la consulta pública previa de su revisión, a efectos de que la ciudadanía presentara sus aportaciones en un trámite reglado por la legislación. Ante la escasa participación, el Ayuntamiento tuvo que ampliar el plazo hasta el pasado 1 de febrero. Probablemente el escaso interés municipal mostrado en activar la participación motivó dicho resultado, lo que resulta decepcionante.

En todo caso no se ha vuelto a tener noticia para la continuidad de este trámite. No se ha informado de las nuevas aportaciones presentadas, de sus peticiones, de sus objetivos, de su viabilidad, de los trámites futuros, etc. Dos meses después ni se nos ha contestado a los que participamos en el proceso, ni se sabe si habrá servido de algo.

Sería lamentable que, de nuevo, quedara paralizado el trámite de la revisión del actual PGOU de 1998. Es el Plan que más está tardando en revisarse de la historia de Elx. El anterior, de 1986, lo fue a los 12 años y el actual ya casi lo dobla, de momento.

Y, ligado con este tema, también está el asunto del Catálogo de Edificios Protegibles de Elx. Este documento se aprobó, simultáneamente, con el actual PGOU. Recordemos que, aunque la Generalitat lo aprobó en 1998, el pleno del Ayuntamiento lo hizo en mayo de 1997, hace 24 años. Que, en este tiempo, las cosas en este tema han cambiado mucho es evidente. De entrada, hay que recordar que la Generalitat aprobó en 1998 una Ley de Patrimonio Cultural Valenciano que se ha ido actualizando en este tiempo y ha aumentado los supuestos protegibles. Que la Unesco, en el año 2000, declaró Patrimonio de la Humanidad El Palmeral pero también sus acequias y sistemas tradicionales de riego. Que en nuestro municipio se han descubierto nuevos elementos que no estaban incluidos. Y, un tema importante, la Generalitat es ahora más sensible a aumentar los niveles de protección al igual que la propia sociedad ilicitana. Sin embargo, el Plan de Protección sigue siendo el que aquí se aprobó en 1997. Y los problemas y las insuficiencias están saltando a la vista y, en muchos casos, con resultados irrecuperables.

Que se actualice esta normativa para proteger mejor nuestro patrimonio se viene reclamando hace tiempo. El Ayuntamiento, en agosto de 2005 anunció que lo iba a hacer. Al no avanzar en ello, el Colegio de Arquitectos de Alicante, en noviembre de 2006, reclamó al Ayuntamiento su revisión por considerarlo «desfasado». En febrero de 2007, se anunció la creación de una Comisión, entre el citado colegio, la Universidad de Alicante y el propio Ayuntamiento para la revisión del Catálogo. Poco se ha hecho. Si en 2006 se decía que estaba desfasado es fácil imaginar cómo debe estar ahora. Y, sin embargo, ahí está, como si el tiempo y las nuevas circunstancias no pasaran. Es cierto que, en junio de 2020, se anunció que, para agilizar su revisión, se haría de forma independiente a la del PGOU (ya que esta ni se sabe cuándo se hará) y se contrataría un equipo externo que trabajaría con el Ayuntamiento para ello.

Pocas noticias se han tenido que confirmen una pronta revisión de algo que urge. Incluso, hace unos meses, un entidad como el Institut d´Estudis Comarcals manifestaba su queja por la situación y el peligro que, para el patrimonio, se desprendía de esta permanente inacción municipal.

Que el Ayuntamiento se ponga las pilas y agilice las tareas que en temas de patrimonio tiene pendiente antes de que sea demasiado tarde en muchos casos.