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Furor por las «shishas» en Elche

El cierre del ocio dispara el consumo particular de cachimbas entre los jóvenes, pese a las cautelas sanitarias

Ismael Amal muestra algunos de los modelos de «shisha» que se encuentran en el mercado.

Una adicción a la moda. Fumar cachimba se ha convertido en una de las últimas tendencias, sobre todo entre jóvenes. Si hace unos años los estancos ya empezaron a incorporar esta alternativa al tabaco convencional, cada vez están surgiendo más tiendas especializadas en vender múltiples experiencias con humo de sabores, que tienden a consumirse en casa más que en locales. Concretamente en Elche se inauguró hace días el único establecimiento exclusivo de «shishas», y tal fue la aceptación que la policía tuvo que disolver las largas colas. 

Varios siglos han tenido que pasar para que la «sisha», «narguile» o «hookah», más conocida como cachimba, pasase de consumirse en los círculos de la corte persa a internacionalizarse de tal forma que llega a convertirse en el centro de reuniones para muchos jóvenes. La demanda de estas pipas de agua de origen oriental ha crecido en los últimos tiempos en la provincia hasta el punto de que ya no sólo son un complemento más en los estancos. Han florecido tiendas especializadas que venden estos artefactos con diversas formas y tamaños además de múltiples complementos para customizarlos al gusto.

Aunque todavía se cuentan con los dedos de una mano este tipo de locales, sí que hay tendencia a expandirse por varios municipios. En el caso de Elche, por ejemplo, hace escasos días se inauguró el primer establecimiento exclusivo de este artículo y tal fue la acogida que en la inauguración se formaron colas que la policía tuvo que disolver en varias ocasiones para cumplir con el protocolo sanitario para prevenir contagios de covid-19.

¿Y por qué tanta aceptación? Todo puede atender a un contexto social. El público que más utiliza estos aparatos va de los 16 a los 34 años, aunque está prohibida la venta a menores de edad.

Cola en la inauguración del establecimiento de cachimbas de Elche. | MATÍAS SEGARRA

Para muchos es una forma de ocio «asequible» ya que las más económicas se pueden adquirir por 30 euros. Antes de la pandemia de coronavirus era habitual ver grupos fumando cachimba en pubs y discotecas que ofertaban el servicio. Sin embargo, con las restricciones sanitarias y el cierre de negocios se disparó la venta a particulares.

Ismael Amal Navarro, gerente de una tienda en Elche, apunta que más allá de fumar se trata de una forma de socializar y muchos la usan para relajarse. Expone, además, que hay consumidores que fuman pipa de agua como alternativa al tabaco convencional, porque entienden que consumen menor concentración de nicotina. También se han incorporado sistemas supuestamente menos nocivos que funcionan con piedras minerales aromatizadas y prescinden de este aditivo. Aún y así, las autoridades sanitarias advierten de que la cachimba tiene contraindicaciones y su uso generalizado entre adolescentes y jóvenes puede atentar contra la Salud Pública, como ocurre con el tabaco.

Hay consumidores que usan pipa de agua para dejar los cigarros o relajarse, aunque Sanidad las desaprueba

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El Ministerio de Sanidad ha elaborado durante la pandemia una encuesta sobre el impacto de las «sishas» en el estilo de vida. El estudio concluye que aunque está percibida por la población como una forma de consumo más saludable, «distintos estudios demuestran que emite mayores sustancias nocivas, conteniendo más cantidad de humo, nicotina y monóxido de carbono» por los químicos empleados.

Desde el sector difieren y apuntan que se puede conseguir tabaco para cachimba con 0,02 miligramos de nicotina «que se traduce en una cuarta parte de un cigarro», según asegura Ismael Amal. Por otro lado, Sanidad apunta que se pueden desarrollar trastornos en el sueño, riesgo de enfermedades del tracto respiratorio o menores niveles de bienestar psicológico con uso continuado.

De igual forma, el último informe sobre el uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, refleja que el 47% de la población juvenil ha probado la cachimba y es la segunda forma más extendida de consumo del cannabis (11,9%)

Mercado

Estos artículos tienen precios muy dispares van de los 30 a más de 300 euros. Recomiendan las cachimbas de materiales más duraderos como el acero inoxidable o el titanio quirúrgico. Luego el tabaco de sabor es un mundo aparte, ya que además de los típicos de frutas se encuentran algunos tan extraños que imitan el césped o la mezcla pan masala.

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