Un acto principal que tuvo lugar en el Centro de Congresos, en el que se produjo la lectura de un manifiesto y sonó el himno calé Gelem Gelem, acompañado por otras acciones, como la emotiva ceremonia en el cauce del río en la que se lanzaron pétalos al agua, el izado de la bandera gitana en el Paseo de la Estación, que permanecerá hasta el próximo día 15, o la iluminación del Molí Real con los colores verde y azul, sirvieron ayer para que Elche conmemorara el Día Internacional del Pueblo Gitano, una de las comunidades con importante arraigo en la ciudad ilicitana.
Al margen del tono lúdico que tuvo la jornada en algunos momentos, estos actos cuentan con un importante trasfondo de reivindicación, ya que con ellos se quiere hacer visible la integración de la comunidad romaní, la diversidad cultural que existe en el territorio de Elche y la necesaria falta de una mayor inclusión. «En jornadas como la de hoy visibilizamos la importancia que tiene el pueblo gitano para la sociedad en general y para nuestra ciudad en particular», manifestó el alcalde Carlos González durante el acto que acogió el Centro de Congresos, antes de pedir una reflexión sobre «el presente y el futuro de las necesidades, los problemas y los retos que tiene la comunidad gitana».
El acto de ayer arrancó al mediodía y durante su transcurso los estudiantes de Secundaria Saray y Santiago Cortés leyeron un manifiesto en el que evocaron los inicios de la efeméride, tras el congreso que tuvo lugar en Londres en 1971. También se reivindicaron los aportes romaníes a la sociedad y se instó a las autoridades a que terminen con la desigualdad y la exclusión que padecen a nivel mundial. «Falta abordar la cuestión gitana desde una perspectiva integral de derechos, de ciudadanía y de reconocimientos de nuestra identidad cultural», aseguró Saray Cortés. «Solicitamos proactividad institucional para abordar políticas que protejan y garanticen a las minorías y a los grupos socialmente excluidos acceso a recursos dignos», añadió Santiago Cortés.
A lo largo del acto en el Centro de Congresos también si visualizaron dos vídeos de la campaña contra el antigitanismo que ha puesto en marcha la Generalitat, y el dúo musical Suspiros de arte interpretó el himno Gelem Gelem. A continuación, los asistentes se desplazaron al cauce del Vinalopó, lugar en el que se realizó la ceremonia del río cumpliendo con todas las medidas de higiene y seguridad que impone la actual situación. Este rito consiste en lanzar pétalos al agua para simbolizar la adaptabilidad y trayectoria del colectivo desde sus orígenes, además de servir de recuerdo de las víctimas del Holocausto y de los familiares fallecidos.
Otro de los miembros del equipo de gobierno que estuvo presente en la conmemoración de ayer fue el concejal de Derechos Sociales y Políticas Inclusivas, Mariano Valera. «Tenemos que luchar todos juntos por una igualdad real y efectiva que materialice la integración social de diferentes culturas en nuestra ciudad», pronunció durante el discurso con el que clausuró el acto. «No queremos que esto se quede en una jornada más, tiene que ser un día de convivencia para expresar nuestro deseo de ser parte de la acogedora sociedad ilicitana», finalizó el presidente de la Asociación Gitana Socio-Cultural Ilicitana, Santiago Fernández.
