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SANIDAD

Vacunódromos entre gayatas, andadores, carritos, largas distancias y colas de pie

La inoculación masiva no convence a los mayores, que se sienten un poco cobayas, ni a los ayuntamientos que tenían preparadas sus instalaciones

Vacunación el primer día en IFA

El primer contratiempo de Dolores y de su marido, Fernando, fue saber que no iban a ser vacunados el mismo día en IFA (aunque ellos lo siguen recordando como si aún fuera aquel hipermercado Mamut); y el segundo, se convirtió en malestar tras recordar que conocidos y familiares, "mucho más jóvenes", asegura, rondando los 60 y..., habían podido ir semanas antes y a pie hasta el pabellón de El Toscar o, como le pasó a una sobrina, que es docente, al Pabellón Esperanza Lag, de Elche, que aún les habría pillado más cerca de su casa, en el centro de Elche. Esta pareja es un ejemplo más de la decisión de la Conselleria de Sanidad de abrir ¡por fin! los vacunódromos para una inoculación masiva en las que ha faltado lo más importante: las dosis, que han sido el número inversamente proporcionales a la ilusión puesta por los alicantinos en ver el final del túnel de esta larga pesadilla. Y Dolores, o Lolita, se siente un poco, a sus setenta y tantos, como un conejillo de indias y piensa que a los abuelos se les ha mandado a la Institución Ferial Alicantina para probar si resiste tanta gayata, andador, carrito, pregunta, mareo, desconcierto y olvido. Personas que en muchos casos y para su desgracia se orientan mal, que tienen el aparcamiento lejos del punto de vacunación -o eso les parece a ellos- y que no pueden ni hacer largas colas ni estar mucho rato de pie... "y menos como no tengamos un baño cerca", dice con sorna.

Después de lo que hemos pasado, seguimos pasando y pasaremos con el covid, seguimos siendo exigentes, muy exigentes, lo que en nuestros mayores se traduce mejor con la palabra -cariñosa- cascarrabias. "¿Ir en autobús?, ¿pero cómo subo?", se pregunta, mientras se hace cruces recordando que tiene unos hijos infinitos para dejar el trabajo cuando hace falta y llevarlos donde necesiten, "y eso perdiendo el trabajo, con lo mal que está", se lamenta. Lolita dice que la organización ha ido fenomenal y piensa en la tranquilidad que le va a dar ahora los abrazos a sus nietos o salir a una terraza sin tanto temor, pero no está conforme con haber cerrado los polideportivos para llevarlos a esos edificios gigantescos (IFA y Ciudad de la Luz), lejos, muy lejos de las casas, para vacunarlos, cuando "aquí cerca se ha tenido que desmontar", refiriéndose una vez más a los polideportivos que han funcionado para otros grupos de edad mucho más jóvenes o para los docentes. "Y que no me hablen de cifras porque allí han ido los mismos que aquí".

Imagen del exterior de IFA hoy

Algunos ayuntamiento, que hace tres semanas mostraron el enorme despliegue hecho en instalaciones, caso de Crevillent, siguen esperando a poder dar este servicio de inoculación contra el covid-19 a sus vecinos que fueron citados, igualmente en IFA. El Grupo Municipal Popular se manifestó en este sentido sobre lo que considera una polémica decisión de la Conselleria de Sanidad de no vacunar masivamente en Crevillent.

"A ver si después de un año cuidándome me voy a meter en el autobús para ir a IFA y allí pillar el bicho", asegura una persona mayor

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"Esta decisión ha sido tomada por el gobierno del PSOE y Compromís en la Generalitat, provocando un gran agravio para los vecinos que tendrán que desplazarse 32 kilòmetros hasta la Institución Ferial Alicantina. Los populares recuerdan que este desplazamiento, porque nadie o casi nadie quiere ir en autobús "a ver si después de un año cuidándome me voy a meter en el autobús para ir a IFA y allí pillar el bicho", recuerda Lolita, ha supuesto un gasto extra, por una parte, al Ayuntamiento, "con el montaje de todo el pabellón: cartelería, paneles, sillas, rotulación, etc", pero también a los vecinos que ya bien sea por el miedo al contagio o por los problemas de movilidad han huido del transporte público gratuito que se ha implantado.

Pabellón de Crevillent, pendiente de ser utilizado para la vacunación

El portavoz adjunto César Augusto Asencio explicó que “es incompresible que teniendo el pabellón ya montado, Conselleria improvise y provoque que nuestros vecinos se tengan que desplazar. Vinieron a hacerse la foto y vender que se iba a vacunar masivamente aquí, para ahora decirnos que no lo harán. Es increíble la improvisación del gobierno, y su mala gestión la estamos pagando todos” 

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