Nadie ha sabido hasta ahora lo que cuesta mantener cada año un Patrimonio de la Humanidad, declarado por la Unesco, como es el Palmeral de Elche porque la factura varía de año en año en función de las necesidades o de los recursos propios del Ayuntamiento, según el color político dominante. En alguna ocasión, el edil de Parques y Jardines ha dicho que supera los dos millones anuales, pero no es ni mucho menos una cifra cerrada.
El municipio, los ilicitanos, han sido siempre los únicos mantenedores, junto a los propietarios de los huertos privados, cada vez más escasos, de un bien único. Pero el anuncio hecho ayer por el Govern del Botànic (PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem), de enmendar el borrador de la Ley del Palmeral que desde hace un mes está en pleno debate parlamentario, para incluir que la Generalitat Valenciana tendrá que financiar el 50% de los gastos, abre una puerta no sólo a saber a cuánto asciende la factura anual sino a incrementar la partida y establecer un plan de actuación y mantenimiento más ambicioso que no dependerá exclusivamente de los recursos previstos en el presupuesto municipal.
Ayer, en un comunicado suscrito por los tres partidos que forman gobierno progresista de la Generalitat, se explica que se incluirá un paquete de enmiendas conjuntas a la de Ley de Protección y Promoción del Palmeral d’Elx, «una norma que pondrá en valor este bien, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y garantizará su futuro como conjunto cultural, paisajístico, productivo y ambiental», explican. Entre las novedades que se aportan al texto, destaca principalmente esta obligación «por ley» de que los gastos de mantenimiento, que hasta ahora sufragaba íntegramente el Ayuntamiento de Elx, «estén financiados a partes iguales entre el consistorio y la Generalitat Valenciana», pero habrá otras mejoras.
La portavoz de Cultura y Patrimonio del PSPV-PSOE, Trini Castelló, puso en valor el acuerdo unánime alcanzado por los grupos del Botànic y destacó el paso adelante conseguido en materia de financiación. «Esta iniciativa demuestra el compromiso del Consell de Ximo Puig con el Palmeral d’Elx, que es patrimonio de gran riqueza no sólo para la Comunitat, sino para toda España». Igualmente se mostró satisfecha de el impulso de esta norma que «responde a las reivindicaciones de personas y colectivos vinculados a este conjunto cultural que merece una protección desde una visión integradora», recordando el esfuerzo de colectivos privados y de personas individuales que han hecho sus aportaciones durante la primera parte del debate en las Cortes, donde se escuchó a los agentes sociales ser en algunos momentos muy críticos con esta norma, que debe ser clave cuando hace ya dos décadas de la citada declaración por la Unesco.
Por su parte, la diputada de Compromís Aitana Mas añadió que «con estas enmiendas lo que hemos querido es blindar todavía más el Palmeral de Elche, cerrando frentes que pudieran quedar abiertos, sobre todo, porque entendemos que es un pulmón para la ciudad, una manera de vivir para los ilicitanos y entendemos que lo tenemos que proteger como bien medioambiental y también como bien cultural». También señaló que con estas enmiendas se configuran «dos frentes que están en consonancia y que son paralelos: aumentar la participación de la vida cívica de la ciudad y proteger y blindar ese pulmón tan importante y que forma parte de la imagen de la ciudad y también de la Comunidad».
Desde el grupo parlamentario de Unides Podem su portavoz Naira Davó subrayó que «con esta ley mejoramos la protección y promoción de un agrosistema propio como es el del Palmeral de Elx, que tuvo un papel clave para hacer posible la vida en el sur de nuestra Comunitat. Frente al modelo depredador del Partido Popular, nosotros trabajamos para proteger nuestra tierra, su patrimonio y sus oficios, para seguir construyendo el País Valencià del siglo XXI».
Salvaguarda de acequias, dátiles y diversidad genética
Aunque sin duda la financiación es el elemento más importante que se incluirá en el texto, los tres grupos parlamentarios plantean añadir a la nueva Ley del Palmeral la puesta en marcha de mecanismos para salvaguardar la cultura del dátil y la diversidad genética de las palmeras, así como la incorporación de la Séquia de Marxena a la declaración de BIC junto a la de la Sèquia Major y del Pantà d’Elx. Las propuestas presentadas también plantean ampliar la representatividad de los colectivos vinculados al Palmeral en el Patronato y la junta gestora, de modo que pasan de cinco a siete las portavocías para poder incluir a los productores de dátiles y entidades ecologistas. Además, la futura norma recoge la obligación de que el Patronato se reúna anualmente y contempla como falta grave el incumplimiento de este aspecto, como ocurrió en legislaturas pasadas. Ahora se tendrá que escuchar lo que opina la oposición en las Cortes, con Partido Popular y Ciudadanos que tendrán muy en cuenta que otras aportaciones, principalmente referidas al urbanismo que amenaza al palmeral histórico de Elche no quedaron perfectamente clarificadas a juicio de algunos de los colectivos conservacionistas que defendieron una ley del Palmeral más exigente que la propuesta.
