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La Cruz de los Caídos de Elche, un símbolo controvertido

La intención del bipartito de eliminar la Cruz de los Caídos del Paseo de Germanías genera división de opiniones entre los que defienden conservarla por su valor histórico y arquitectónico y los que la rechazan por ser herencia del franquismo

La Cruz de los Caídos, asentada en mitad del Paseo de Germanías desde los años 40 en una de las plazas con más historia de Elche. | ANTONIO AMORÓS

El 13 de agosto de 1944 el gobernador civil y el jefe provincial del Movimiento inauguró en Elche la Cruz de los Caídos, exaltando el recuerdo de los que «sufrieron martirio y muerte por España y por la religión». Aquel acto se convirtió en portada de este diario. Una construcción que ha sobrevivido hasta la fecha, (excepto los signos franquistas que se eliminaron con la transición) integrada en mitad de una de las plazas más antiguas de la ciudad, conocida como Paseo de Germanías junto al colegio Miguel de Unamuno, en el barrio de El Pla.

Así ha cambiado el monumento desde los años 40 hasta la actualidad |

Setenta y siete años después de aquello ahora se ha abierto un debate en Elche por la intención del equipo de gobierno (PSOE y Compromís) de retirar esa cruz aprovechando que por primera vez se abrirá al público el refugio de la Guerra Civil y se reformará la plaza para crear un museo al aire libre de la memoria, previsiblemente en dos años. Vox fue el primer partido político en salir a defender en el último pleno la Cruz de los Caídos como «el principal símbolo arquitectónico de la plaza y de reconciliación».

El bipartito nunca había llegado a anunciar públicamente su plan de suprimir el monumento cuando presentó el proyecto del museo del refugio y entonces tuvo que dar explicaciones y justificó que lo haría como parte de una actuación global para modernizar la plaza. El PP se ha alineado con Vox esta semana y ha reivindicado su permanencia.

Así ha cambiado el monumento desde los años 40 hasta la actualidad | MATÍAS SEGARRA

En la calle, la futura eliminación de este símbolo genera división de opiniones tanto por el valor histórico, como por el arquitectónico de este legado. Los que conviven con este monolito día a día, los vecinos, se muestran de momento impasibles ante las intenciones del equipo de gobierno, al menos desde la asociación vecinal de El Pla. Su secretaria, Encarnación Morete, confiesa que la pretensión de eliminarla no ha desatado por ahora revuelo entre los residentes, tal vez, porque con la pandemia no se reúnen desde hace un año. Admite que la mayoría ha interiorizado esta cruz como un elemento más de la plaza a la que siguen refiriéndose como «Paseo de los Caídos». Para muchos como esta representante vecinal, este elemento de piedra que diseñó el arquitecto Santiago Pérez Aracil, carece ya del significado que se le dio en su día.

Así ha cambiado el monumento desde los años 40 hasta la actualidad | ELX, CIUTADÀ

No obstante, la realidad es que aunque el monumento ya no lleve placa ni inscripción alguna, esa construcción fue herencia de un pasado oscuro que casi ochenta años después sigue enfrentando a mucha gente en todo el país. Hay historiadores, como Miguel Ors, que ve sensato que se elimine la cruz con la remodelación de la plaza, porque considera que se tiende a «blanquear el franquismo con todo el respeto a los que piensan que la cruz tiene un significado religioso».

Un 59% de ilicitanos quiere que se mantenga la cruz del Paseo de Germanías

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El director de la Cátedra Pere Ibarra recordó, tal y como recogieron los periódicos tras la inauguración del monumento, que en aquel acto «todos los presentes entonaron el ‘Cara al Sol’ dando los gritos de ritual el jefe provincial del Movimiento». Ors incide en que la guerra tiene que tener un sentido pedagógico para que la gente sepa la cifra de muertos que ocasionó y considera que para eso, entre otras cosas, tiene que servir el museo que el Ayuntamiento quiere realizar en el Paseo de Germanías.

Mantenerla

Y precisamente por eso, porque esta plaza se va a convertir en un espacio para recuperar la memoria a través de exposiciones dentro de la galería subterránea, el arquitecto Gaspar Jaén ve oportuno que se conserve la cruz. El que fuera arquitecto municipal del Ayuntamiento de Elche durante más de una década, tacha, de hecho, de «barbaridad que se pretenda quitar el monumento, pese a todo lo malo que representa». Y lo cree así por el «altísimo valor arquitectónico e histórico que considera que tiene una construcción que «en aquellos momentos se realizaba para honrar a los muertos con independencia de quien te guste quien lo hace». Gaspar Jaén recuerda que en Alemania nadie se ha planteado eliminar los campos de concentración porque forman parte de la memoria. Augura, además, que PSOE y Compromís se equivocarán con la retirada de la cruz y darán alas al PP y Vox.

Un punto de vista parecido tiene el historiador Joan Castaño quien plantea reinterpretar el monumento o incluso trasladarlo a otro enclave de la plaza o de la ciudad. El archivero del Misteri asevera que este legado que conserva la plaza esta democratizado, algo que siempre ha defendido el Ayuntamiento para mantenerla hasta ahora. «Podría quedarse como recuerdo, como una cruz, como símbolo de reconciliación», defiende.

Entre un extremo y otro, hay ilicitanos, como el arquitecto Tomás Martínez Boix, que no tienen una opinión clara sobre si el monumento debería quedarse o no. «Esa cruz no interesa desde el punto de vista artístico, no sabría si conservarla, pero lo mismo opino con los refugios o los búnqueres», señala. El arquitecto opina que este elemento no es arte, sino que forma parte de la historia y que el franquismo, como cualquier otra etapa produjo su monumentalidad. Martínez Boix es de los que cree que hay que «aceptar nuestra historia, que hubo una guerra y un desastre».

Habrá que esperar a ver qué ocurre cuando y si finalmente eliminan un símbolo a todas luces muy controvertido.

La Cruz de los Caídos tuvo originalmente un altar y símbolos de la Falange, entre los que destacó el yugo y las flechas, tal y como muestra esta fotografía de finales de los cuarenta recogida en entre las páginas del libro Elx Ciutadà. En la imagen aparecen miembros del régimen, uno de ellos realizando el saludo franquista. La inauguración del monumento fue portada de Información en el año 1944, donde se destacó la asistencia a Eche de altos cargos del Movimiento. Actualmente, la cruz, como se aprecia en la última foto, carece de cualquier elemento y simbología franquista de aquella época al retirarse éstos durante la transición democrática.

Un museo al aire libre y dentro de la galería antiaérea

La galería del Paseo de Germanías, una de las trece que se construyeron en Elche bajo tierra ante el temor de que fuera bombardeada durante la Guerra Civil se convertirá en el primer museo de la ciudad que se abra dentro de un refugio. Su apertura no será inmediata, como mínimo se tardará dos años en hacer visitable un túnel de 235 metros lineales de largo que nunca ha visto la luz. Lo que pretende hacer el Ayuntamiento es rehabilitar las galerías existentes, pero manteniendo su construcción y el ambiente original , por lo que hará obras para dotar el escondite de iluminación, ventilación y señalización. Habrá exposiciones y la plaza también será remodelada.

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