El Ilicitano, El Obrero y Elche son los tres semanarios que hace 89 años inmortalizaron entre sus páginas la inauguración de un obelisco en el Paseo de Germanías, en honor a los héroes de Jaca, los capitanes Fermín Galán y Ángel García, reconocidos como mártires de la República. Un monumento del que a través de la prensa de la época se conservan crónicas, pero no imágenes, sobre las fiestas y manifestaciones que en torno a él se realizaron tras levantarse con asignación popular.
Estas semanas, la Cátedra Pere Ibarra ha hecho público un boceto del coleccionista ilicitano José Antonio Carrasco Pacheco del monolito idéntico al pedestal sobre el que se alza actualmente la Cruz de los Caídos. Estas circunstancias han llevado a historiadores de la ciudad a creer que esa construcción pudo convertirse en la base de la cruz que la dictadura añadió en 1944 para recordar a los caídos de la Guerra.
El 17 de abril de 1932 El Ilicitano publicaba una crónica sobre las Fiestas de la Segunda República. Cuenta el semanario que esa semana hubo en la Glorieta una velada musical a cargo de la Banda Municipal y que el día 14 se organizó en la plaza de la República una manifestación «a la que acudió numeroso público, presidida por el pleno del Ayuntamiento y por el diputado a las Cortes el señor López Ororzo». Relata el cronista que llegaron «al Paseo de Germanías, donde se ha colocado el obelisco a los mártires de la libertad, Galán y García Hernández». Añade, asimismo, que «el presidente de la Junta de este monumento pronunció un vibrante discurso entregando al alcalde la obra fruto de la suscripción popular que se inició con este fin». El Obrero dedicó también por el primer aniversario de la República varias columnas a la efemérides en torno al obelisco. Cuenta que acudieron la clase media, obreros y campesinos y que hubo cantos de artistas socialistas antes de partir a apreciar los esfuerzos realizados por el municipio en la Casa de Socorro. El periódico Elche hizo referencia al obelisco como un monumento «sencillo, gigantesco, austero y como todo un símbolo, frente a un grupo escolar». El cronista que firma el artículo, Julio María López, habla de que los «mármoles del monumento contará la epopeya de aquellos que luchando por la libertad cayeron».
El pasado insospechado que pudo tener este monumento, que desde 1944 se conserva en Elche con una cruz en lo alto (los símbolos falangistas que se añadieron para honrar a los Caídos se eliminaron con la transición democrática) ha llevado a historiadores que defienden su permanencia por ser parte del legado de la ciudad a que ahora hay más razones para mantener el monolito por haber pertenecido a dos épocas diferentes. Frente a ello, hay ciudadanos que siguen en contra de que sobreviva por ser herencia del franquismo, como opina el equipo de gobierno de PSOE y Compromís que quiere cumplir con la ley de memoria histórica aprovechando la transformación de la plaza en un museo al aire libre y la apertura del refugio de la Guerra Civil previsto para 2022-2023.
