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El miedo al acoso escolar en Elche

Una madre lleva a la Fiscalía el supuesto bullying que sufre su hijo mientras el centro asegura que no hay caso y se trata de algo puntual

La madre del menor muestra la denuncia que ha presentado ante la Fiscalía de Menores.

El acoso escolar provoca un miedo enorme. Lo hace entre los padres, quienes sufren con impotencia la situación que padecen sus hijos e intentan poner todos los medios a su alcance para evitarla, entre los centros educativos, que llevan años habilitando recursos para que este tipo de situaciones desagradables no se perpetúen en las aulas, y, por supuesto, entre los menores, quienes más sufren con el bullying. En Elche, presuntamente, se está produciendo un caso de acoso escolar permanente desde que en septiembre arrancó el presente curso y los padres, cuya identidad ocultamos para preservar el anonimato de su hijo, han presentado una denuncia ante la Fiscalía de Menores de Alicante con el objetivo de poner fin al drama que vive éste.

Según el relato de los padres, el menor sufre insultos, burlas, risas y golpes desde que empezó el curso por parte de varios compañeros de pupitre. El protagonista de esta historia tiene el síndrome de Asperger de grado 2 y toma medicación, recetada por el psiquiatra, para prevenir las crisis nerviosas. «Hay muchos niños que llevan metiéndose con él desde que iban a 2º de Primaria, porque todos cursaban en él mismo colegio y ahora han pasado juntos al instituto que tenían asignado», asegura la madre sobre el supuesto acoso escolar, un caso que desde el centro escolar rechazan y califican como «puntual».

Grupo de WhatsApp

La polémica en el entorno del centro educativo ha saltado incluso a los grupos de WhatsApp en los que se comunican los padres de los alumnos. Los progenitores también denuncian que el inspector de Educación con el que han tratado le quita hierro al problema de manera deliberada. «Nos ha dicho que las peleas entre niños son algo normal y la única solución que nos ha dado es que cambiemos a nuestro hijo de centro», lamenta la madre.

Desesperados por la situación que aseguran sufrir, los padres presentaron una denuncia el pasado 30 de marzo y la entregaron, posteriormente, el 14 de abril, a la jefatura de estudios del instituto. «Se quedaron muy sorprendidos pero los problemas no han terminado. Ese mismo día nos llamaron para decirnos que a mi hijo le bajaron los pantalones y los calzoncillos hasta las rodillas en el patio y sus partes íntimas quedaron a la vista de todo el mundo», apostilla la progenitora.

En la denuncia que han presentado, y que han compartido con este diario, los padres señalan, entre otras cuestiones, que en el centro son conocedores del trato especial que debe recibir el menor, al tener una discapacidad reconocida del 33%, y que ellos perciben que ese trato no se está aplicando hacia su hijo. También denuncian que, durante las horas de recreo, los menores no son vigilados por ningún miembro del profesorado y que, en esos momentos, el menor sufre acoso, insultos y maltrato físico por parte de varios de sus compañeros.

Respuesta

INFORMACIÓN se ha puesto en contacto con la dirección del instituto para conocer su versión de los hechos y, en los argumentos que han dado como respuesta, destacan que la Fiscalía de Menores les pidió un informe tras recibir la denuncia y, después de que el informe fuera presentado, se decidió el sobreseimiento del caso. Según las conclusiones que ha sacado el centro tras la investigación interna que ha llevado a cabo, no se ha detectado acoso y se limitan a decir que el menor ha tenido «dos o tres problemas puntuales con algunos compañeros».

Los responsables del instituto también han mantenido reuniones con sus homólogos del colegio en el que habían estudiado previamente los protagonistas de la historia. «Allí también niegan que se haya producido acoso», manifiestan desde la dirección del instituto. Por último, justifican que cuentan con observadores de convivencia en los patios de recreo y que el menor con Asperger recibe una metodología adaptada y una profesora asignada está siguiendo su evolución.

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