Este año arranca el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de Ecosistemas (2021-2030), cuya misión global es lograr recuperar miles de millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras de cultivo, desde la cima de las montañas hasta las profundidades del mar. Solo con ecosistemas saludables podemos mejorar los medios de vida de las personas, luchar contra el cambio climático y detener el colapso de la biodiversidad.

Para Aigües d’Elx, un claro objetivo es la protección del Patrimonio Natural, la preservación de la biodiversidad y de los elementos esenciales del medio ambiente: el agua, la tierra y el aire, garantes de nuestro futuro. Todas sus iniciativas como compañía están alineadas con el propósito de ayudar a la ciudadanía ilicitana a mejorar continuamente su calidad de vida, protegiendo su salud y acompañando el desarrollo económico, siguiendo la hoja de ruta de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

Aigües d’Elx trabaja por y para la sostenibilidad hídrica y ambiental con la finalidad de acompañar a la ciudad de Elche hacia la transición ecológica y el desarrollo sostenible, donde la protección de los ecosistemas juega un papel fundamental.

Un ejemplo de buenas prácticas, y exportable a otros lugares, es la labor que ha hecho junto con el Ajuntament d’Elx en la recuperación del Paraje Natural Municipal (PNM) del Clot de Galvany. El paraje es un modelo de cómo el interés y la voluntad son capaces de reimaginar, recrear y restaurar un ecosistema de gran valor que estaba en claro detrimento y gravemente amenazado por la presión antrópica.

Hoy, el Clot de Galvany es un referente de resiliencia frente a la emergencia climática, los humedales simbolizan la primera trinchera frente a las consecuencias del cambio climático, son sumideros naturales de CO2, protegen nuestras costas frente a la erosión y las tormentas y mantienen los niveles freáticos de los acuíferos protegiendo su salinización. El Clot de Galvany, es un marjal costero que en los años setenta y ochenta estuvo en peligro de ser destruido por la actividad urbanística, y que, gracias a su declaración como Paraje Natural Municipal por parte de la Generalitat, consiguió salvarse, ya que el Ayuntamiento se hizo cargo de su conservación y protección. Desde la declaración de PNM en el 2005, el paraje ha ido recuperando este ecosistema mediterráneo.

Hoy, el Clot de Galvany es un referente de resiliencia frente a la emergencia climática

En el proceso de recuperación ha sido fundamental el aporte de las aguas regeneradas procedentes de la depuradora de Arenales del Sol, que ha favorecido la recuperación de las charcas gracias el aporte regular de agua. Una iniciativa con la que se ha permitido no solo la supervivencia de esas especies naturales habituales, sino la proliferación de otras nuevas. Las aves han seguido encontrando en el Clot de Galvany un lugar para el asentamiento y reproducción. De hecho, como se ha podido demostrar, se trata de un gran enclave para la recuperación de especies, como la cerceta pardilla, una de las aves más amenazadas de España y de Europa occidental.

Otra labor fundamental es el trabajo de las personas del servicio de educación y control medioambiental del Paraje Natural, que combinan sus trabajos en la protección y seguimiento de la fauna y flora con la difusión e información. Son más de 8.000 personas atendidas las que visitan el paraje cada año.

El Clot de Galvany debe servir como referente para continuar con la labor en la gestión del Ajuntament d’Elx y Aigües d’Elx, y con el apoyo de la ciudanía para seguir protegiendo nuestro patrimonio natural, porque al proteger nuestro entorno nos estamos protegiendo a nosotros mismos.

En el proceso de recuperación ha sido fundamental el aporte de las aguas regeneradas procedentes de la depuradora de Arenales del Sol

Acciones para la mejorar el ecosistema del PNM del Clot de Galvany

Una nueva charca para anátidas

En el Clot de Galvany existen varias charcas, unas naturales y otras artificiales. Las charcas naturales están determinadas por el ciclo hidrológico, por lo que en verano se secan y en otoño/invierno se llenan con el agua de las lluvias. Estas son: la charca central, la charca norte y la charca sur. También hay dos charcas artificiales: la charca de anátidas y la charca de limícolas. El motivo de la creación de estas charcas es favorecer el establecimiento de poblaciones de estos tipos de aves durante todo el año, manteniendo una lámina continua de agua mediante el aporte de agua regenerada procedente de la estación depuradora de aguas residuales de Los Arenales del Sol.

Con objetivo de mejorar la biodiversidad el paraje se ha cambiado la charca artificial de aves limícolas transformándola en una nueva charca destinada a la preservación y protección de aves anátidas. Actualmente, la charca de limícolas tiene una superficie aproximada de lámina de agua de 4800 metros cuadrados y un calado medio de 30 centímetros. En el interior de la charca de anátidas se formarán dos islas para favorecer la adaptación del entorno a la anátidas.

Una tabla de salvación para la Cerceta Pardilla

En la primavera de 2020 y 2021 se ha realizado un proceso refuerzo de la población de Cerceta Pardilla, anátida que se encuentra en peligro de extinción. Se ha llevado a cabo en colaboración con el Servicio de Vida Silvestre de la Generalitat Valenciana, dentro de su programa de refuerzo de los efectivos de esta especie en la Comunidad Valenciana.

Para facilitar la adaptación de los ejemplares de cerceta se han construido unos nidales artificiales que han sido instalados en diversas charcas del Clot, a fin de facilitar que se reproduzcan en ellas y aumentar la población de esta especie en el paraje. En total, se han liberado un total de 60 cercetas pardilla que esta primavera ya se han podido ver totalmente adaptadas al nuevo entorno.

En la primavera de 2020 y 2021 se ha realizado un proceso refuerzo de la población de Cerceta Pardilla.

Introducción de especies en peligro de extinción para su conservación

El paraje dispone de las condiciones ideales para la introducción y recuperación del nenúfar blanco europeo (Nymphaea alba) en una de las charcas artificiales del paraje, donde se habilitó un cercado especial que protegerá a estos ejemplares hasta que se adapten al entorno. Se trata de una especie en peligro de extinción, según el catálogo valenciano de especies de flora amenazada.

La plantación fue llevaba a cabo por personal del servicio de vida silvestre de la Conselleria de Medi Ambient de la Generalitat Valenciana con la intención de crear una población de refuerzo que ayude a mejorar el estado de conservación de este nenúfar. Las poblaciones de nenúfar blanco europeo se han visto reducidas en los últimos años a causa de diversas amenazas como la desaparición o transformación de sus hábitats, la contaminación de las aguas, la eutrofización, la recolección abusiva para uso ornamental o la proliferación de especies exóticas invasoras.

Además, en el 2020 se introdujo en las charcas la planta acuática Cerathophyllum submersum, así como 280 plantas de Limonium Bellidifolium en las dunas de la Playa del Carabassí (en peligro de extinción), ambas especies muy escasas en la Comunidad Valenciana.