Una cadena humana repleta de solidaridad para contribuir al fin del cáncer infantil. Esa es la emotiva iniciativa que el centro José Calasanz de Elche lanzó este viernes dejando una colorida estampa en la ladera del río Vinalopó que podía verse desde casi todos los ángulos. Cerca de un millar de alumnos de todos los niveles educativos participaron en la campaña solidaria para la que contribuyeron con un pequeño donativo de un euro.
A cambio se les repartió una cinta de colores que suministró la Asociación de Padres de Niños con cáncer en la Comunidad Valenciana (Aspanion), colectivo para el que van destinados los beneficios de la campaña ya que trabajan para dar soporte a los familiares y contribuir a la investigación del cáncer.
Desde el equipo directivo reconocen que este año se encontraban aún más sensibles ya que un familiar de una docente del centro falleció recientemente a causa de la enfermedad, por lo que la implicación del profesorado, progenitores, personal no docente y alumnos estuvo garantizada a la hora de formar esta cadena humana en la que se podían ver alumnos desde Primaria, Secundaria o de los ciclos formativos, entre otros.
Según Carolina Ibáñez Esteve, miembro del equipo directivo del centro, la aportación podría servir para contribuir con algunos programas que tiene Aspanion como la compra de ciertos materiales que las familias no pueden asumir así como para desarrollar actividades o dotar de ciertos recursos como pisos de acogida para ingresados cuando la familia no puede desplazarse.