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Culebras en la ladera del río

Serpientes «de ciudad» en Elche

El aumento de las temperaturas provoca la aparición de culebras herradura en la ladera del río y cerca de viviendas - Expertos aseguran que los ejemplares son autóctonos y no hacen daño

Las culebras herradura tienen varias manchas y pueden alcanzar más de 1.50 metros.

Impactada se ha quedado una vecina tras hallar una culebra herradura de un metro y medio en uno de los muros de la ladera del Vinalopó. Decidió grabar el momento y el vídeo se ha viralizado. Aunque no suelan ser visibles, los expertos aseguran que esta especie es común y nada peligrosa. 

Seguramente más de uno haya cantado la mítica canción caracol col col saca los cuernos al sol cuando este molusco sale a pasear tras rachas de lluvia. Y no es el único animal al que le guste contonearse porque hay otros a los que les encanta el verano y también se hacen ver, pero por lo general cuando son avistados pueden despertar algún escalofrío que otro, a pesar del calor.

«Son excelentes controladores de roedores y de otra fauna que puede ser contraproducente»

PABLO PERALES - PRESIDENTE ASOCIACIÓN FAUNATURA

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Que se lo digan a una madre y su hijo que grabaron hace unos días un vídeo, que se ha viralizado en las redes sociales, en el que se aprecia una culebra, que podría alcanzar el metro y medio, desplazándose por los muros de hormigón que separan la ladera del río Vinalopó de varias viviendas a la altura del Puente de la Virgen.

«Mirad lo que he encontrado bajo del puente, mira mira, se está recogiendo, va como Pedro por su casa», señalaba la mujer mientras grababa al reptil. La aparición de este ejemplar ha sembrado cierto recelo entre quienes salen a pasear por la zona y les tienen pánico, así como entre residentes que tienen su casa a sólo unos metros de donde fue hallada. Otra vecina también ha compartido la imagen de, al menos, otros dos ejemplares más pequeños en otro punto de la ciudad.

Los expertos apuntan que este tipo de serpiente, denominada culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis), es una especie autóctona muy asentada al sur de la península ibérica que suele ser visible cuando suben las temperaturas. Es totalmente inofensiva ya que no inocula veneno.

Eso sí, tiene un temperamento defensivo y si se ve amenazada y acorralada se enrosca, ensancha la cabeza y silba, «por lo que no dudará en atacar y morder repetidamente a su agresor, aunque en primera instancia siempre evitará el enfrentamiento huyendo a gran velocidad», exponen desde la Asociación Herpetológica Timon, colectivo de la Comunidad Valenciana que comparte su pasión por los anfibios y reptiles autóctonos. Desde el colectivo indican a INFORMACIÓN que «como con cualquier animal salvaje, en caso de un encuentro con una serpiente, lo mejor es dejar que el animal huya por sus propios medios».

Dos deportistas haciendo una ruta en el tramo de la ladera del río donde fue avistada la culebra. ANTONIO AMORÓS

Aunque una buena parte de la población lo desconozca, es más habitual de lo imaginable que este tipo de especies cohabiten con humanos en entornos para ellas propicios como bien puede ser la ladera del Vinalopó, porque hay que tener en cuenta que cruza la ciudad y supone un corredor natural que comunica con zonas como el Pantano de Elche, donde es común encontrar estos ejemplares.

Sin embargo, hasta ahora no ha llegado a trascender su presencia en los tramos urbanos porque rehúyen de los humanos. Resulta complejo captar con una cámara el momento en el que deciden salir a tomar el sol o buscan alimento.

«Son inofensivas y ante cualquier encuentro lo mejor es dejar que el animal huya por sus medios»

ASOCIACIÓN HERPETOLÓGICA TIMON

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Entre los temores de residentes se encuentran que este tipo de ejemplares puedan colarse en las casas. Por su naturaleza, este tipo de ofidio es muy rápido y ágil y suele moverse por superficies verticales como troncos, acantilados y muros, por donde puede trepar con gran facilidad aprovechando las grietas como punto de apoyo.

Las culebras herradura tienen varias manchas y pueden alcanzar más de 1.50 metros.

A pesar de ello, fuentes de la Policía Local y del Seprona descartan que este tipo de culebras alcancen de forma habitual las calles por instinto natural, ya que el cauce del río como zona periurbana forma parte del corredor verde pero tener más contacto con humanos y vehículos les resultaría un entorno hostil.

Por ello sólo se notifican casos muy residuales de aparición de estas especies en viviendas o coches que supongan una molestia vecinal. Ante alguno de estos supuestos o si el animal se encontrase en peligro, los especialistas recomiendan que se contacte con autoridades como el Seprona, agentes medioambientales o personal del Centro de Recuperación de Fauna, por ejemplo, apunta Pablo Perales, presidente de la Asociación Faunatura y colaborador de la Oficina Ambiental de la UMH.

Relata que en algún caso han valorado si es necesario trasladar la serpiente ante la peligrosidad a la que está expuesta «puesto que el ser humano es capaz de matarla por mero desconocimiento o repulsa». Este experto recuerda que si no supone problema alguno «lo mejor es dejarla tranquila que siga su camino porque además son excelentes controladores de roedores y de otra fauna que puede ser contraproducente para la actividad humana, especialmente la agrícola».

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