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El largo y tortuoso camino para que el arroz con costra sea BIC

VisitElche presenta a Cultura el expediente para declarar el arroz con costra Bien de Interés Cultural, un proceso que durará más de dos años

Una imagen de una costra gigante cocinada para las Fiestas de Agosto de Elche. | ANTONIO AMORÓS

Elche quiere que se reconozca su plato más famoso como un valor más de la ciudad y, en este caso de su gastronomía. Desde la empresa pública VisitElche se ha presentado la solicitud ante la Conselleria de Cultura tras concluir el expediente, lo que se ha hecho de forma rápida y en menos de un mes, pero lo que viene por delante ya no será tan ágil y es de resultado incierto. El objetivo es incluir el arroz con costra dentro la relación de Bienes de Interés Cultural, en la categoría de inmateriales, de la Comunidad, Valenciana, un reconocimiento cuyo resultado no se sabrá a corto plazo pues sólo la admisión del expediente se llevará tres meses y dos años para la tramitación del mismo y sólo entonces, si no hay contratiempos, se sabrá si merece el galardón.

La propuesta pretende poner de manifiesto que la receta trasciende más allá de lo gastronómico. Según explicó el concejal Carles Molina, edil de Turismo y uno de los impulsores de la propuesta, el valor del plato para Elche está en que «las mejores cosas que nos pasan a los ilicitanos son en torno a un plato de arroz con costra». Esta receta tiene siglos de recorrido. Las primeras nociones que se tienen de él se remontan a 1520 bajo el nombre de «Arròs en cassola al forn».

Se sabe que esta primera receta está redactada en Nápoles, a finales del siglo XV, cuando la provincia italiana se encontraba bajo dominio aragonés. Desde allí se dio a conocer en el sur del entonces Reino de Valencia donde se ha mantenido al punto de ser la más popular de las recetas.

Sofisticado

«El plato nace como un elemento muy sofisticado de la alta cocina y poco a poco va bajando hasta convertirse en un plato popular, típico de cualquier familia», asegura Salvador Castaño, historiador y un gran experto en lo que respecta a este plato.

La solicitud ha contado con el apoyo técnico de la Asociación de Amigos del Arroz con Costra, que lleva más de 20 años luchando por el reconocimiento y cocinándolo para sus socios cada semana, ágape al que siempre invitan a alguien con quien departir sobre la ciudad. Su presidente, Francisco Campos, aseguraba esta semana que «el éxito de la costra es que está perfectamente adaptada a la esencia de esta zona. Es un plato de campo, pero perfecto para comerlo los domingos con la familia». El concejal Molina se refirió esta semana al conflicto entre Elche y la Vega Baja por la autoría del plato y recalcó que «la propuesta pretende unir a todas las personas y pueblos que consideren la costra como parte de su cultura».

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