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Elche no se olvida del pueblo sirio

Voluntarios envían otro contenedor con ayuda humanitaria a un país que está 11 años en guerra

Parte del envío a Siria, que incluye material escolar, bicicletas, sillas de ruedas o juguetes. | ANTONIO AMORÓS

Un nuevo contenedor de ayuda humanitaria partió ayer desde Elche con dirección a Siria, un país que atraviesa por una interminable guerra que supera ya los once años, en el que las condiciones de vida son cada vez más duras y en el que, a los estragos de la contienda bélica, hay que sumarle el daño que está causando la pandemia. Esta acción, llevada a cabo por la Plataforma de Ayuda a las Personas Refugiadas, y que cuenta con la colaboración de la Concejalía de Cooperación al Desarrollo, pero también con colectivos ciudadanos de toda la provincia que han puesto su granito de arena, supone el segundo contenedor que se envía tras el que se llenó con 25.000 kilos en mayo de 2018.

Ahora se ha conseguido superar la marca, ya que se han reunido 28.000 kilos, gracias a la colaboración de entidades de toda la provincia. «En una época en la que parece que el odio va a más en las redes sociales, vemos que hay una parte muy importante de la sociedad que da la cara y ayuda de verdad», declara una de las organizadoras del proyecto solidario, Joaquina Agulló. Este segundo contenedor que manda Elche tendría que haber partido el año pasado pero, como en todos los ámbitos de la vida, la pandemia ha trastocado los planes.

Dos participantes en el proyecto solidario transportan máquinas de coser que viajan a Siria. | ANTONIO AMORÓS

El envío llegará a la ciudad siria de Idlib, situada al noroeste del país y una de las zonas más castigadas por la barbarie de la guerra, tras sufrir años de continuos bombardeos. La ayuda humanitaria que llevan los ilicitanos cuenta, entre otros recursos, con mantas, vajillas, máquinas de coser, mascarillas, un sillón de dentista, palés de servilletas, material escolar, pañales, geles, juguetes, bicicletas, material deportivo o calzado donado por fábricas que prefieren no difundir su identidad. «También hemos recibido muchas donaciones de particulares anónimos, algunos nos han dado hasta el ajuar que estaban guardando a sus hijos porque piensan que ya no se van a casar», añade Agulló con humor.

Este segundo contenedor enviado desde Elche este fin de semana supone el número 148 que parte desde España para Siria. El 101 salió también desde la ciudad ilicitana. Junto al material humanitario también se envía otro material que tiene un enorme valor en el plano anímico, ya que el contenedor va cargado con dibujos hecho por niños de Elche con mensajes que simbolizan la anhelada paz y la esperanza. «La principal idea que les queremos transmitir es que el pueblo ilicitano no se olvida de los refugiados pese a que lleven más de una década en guerra», añade la voluntaria.

Apoyo logístico

Todo el material que se ha recopilado desde las diversas asociaciones y colectivos solidarios de la provincia se ha ido almacenado en La Hoya. Para el trabajo logístico, que requiere un importante esfuerzo, la Plataforma de Ayuda a las Personas Refugiadas ha contado con el desinteresado apoyo de la empresa de transportes de la pedanía ilicitana Transelx. «Hay que hacer muchos viajes para llenar un contenedor y lo hemos ido haciendo durante los fines de semana», añade Agulló.

Los cooperantes ilicitanos mantienen el contacto con el territorio sirio a través de ONG que están actuando sobre el terreno. Uno de los aspectos más gratificante que reciben por su labor son los mensajes de agradecimiento que les llegan desde los campamentos de refugiados. Pero su misión no se detiene aquí porque, conforme sigue la guerra, las condiciones son más inhumanas.

Los voluntarios apilan las cajas en el almacén de La Hoya el que se han guardado los donativos. | ANTONIO AMORÓS

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