Ventura. Poca suerte tiene Elche en lograr el regreso del busto íbero. Desde 2010 muy poco se ha avanzado. Pero poca suerte han tenido también algunos ministros de Cultura que al poco de pronunciarse sobre la Dama han sido relevados. Uribes ha sido el último.
Podría parecer una especie de maldición, pero al menos en dos ocasiones, casualidad o no, dos ministros de Cultura han perdido tal condición a las pocas semanas de pronunciarse o atender cuestiones relativas sobre la Dama de Elche. El último ejemplo lo tenemos con el valenciano José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura desde el 13 de enero de 2020. El pasado 21 de junio de 2021 el alcalde Carlos González se desplazaba, acompañado por el diputado nacional Alejandro Soler y la edil de Cultura Marga Antón, a Madrid para mantener una reunión con él y de ella, entre otras cuestiones, se sacaba en claro que el Ministerio se integraría en la comisión bilateral del Ayuntamiento y Generalitat que trabaja para un posible regreso de la Dama en la segunda mitad de 2022. 21 días después, Uribes caía tras la profunda remodelación del Gobierno hecha por el presidente Pedro Sánchez.
Otro ejemplo. José Guirao, ministro de Cultura que se estrenó un 14 de junio de 2018, desembarcó en Elche un 3 de noviembre de 2019 y en tierras ilicitanas indicó que supeditaba el retorno del busto íbero a una exposición sobre este arte específico. Si bien es cierto que se encontraba en condición de ministro en funciones, debido al proceso electoral en curso, no es menos verdad que aguantó poco más de año y medio en esta alta responsabilidad. Pero por concretar: 71 días después de dar alguna esperanza a Elche sobre la vuelta de la Dama, Guirao era sustituido en el cargo. Ni con el exiguo Màxim Huerta (7-14 de junio de 2018), ni con el popular Íñigo Méndez de Vigo hubo tiempo o al menos oportunidad, desde el equipo de gobierno de Elche, de trasladar en primera persona o monotemáticamente el deseo de que los ilicitanos querían y quieren recuperar, aunque sea temporalmente, como ya ocurrió en 2006, el popular busto para su exhibición y, de paso, contribuir a reimpulsar la economía local al convertirse en un polo de atracción turística.
Otro aspecto de esta «maldición» podría verse también en los gestores políticos, de uno y otro bando, de una y otra administración, que, pese a las buenas palabras e intenciones, no consiguen hacer realidad este traslado. Tras conseguirlo Diego Maciá en 2006, el socialista y entonces alcalde de Elche Alejandro Soler también acarició este sueño en 2010. En una visita ese año a Mutxamel, la entonces ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, afirmó que las «opciones» de que la Dama de Elche regresara a su ciudad sólo se podrían analizar cuando concluyera la rehabilitación del Museo Arqueológico Nacional (MAN), obras que finalizaron en 2014. El entonces alcalde socialista veía entonces «la puerta abierta» para lograr una cesión tras la rehabilitación del MAN.
En abril de 2011 Soler ya reivindicaba el regreso definitivo del busto y en 2014, su sucesora, Mercedes Alonso, consideraba que justo porque el MAN se encontraba en obras, era el momento en que se podía haber llevado a cabo la cesión. Alonso aseguró que también estuvo trabajando para conseguir ese ansiado retorno que se sigue resistiendo 15 años después del último hito para la ciudad. En enero de 2015 Alonso se entrevistó con el director del MAN y prácticamente pidió que se pusiera una fecha a la cesión.
Por su parte, el actual alcalde, Carlos González, lleva desde la precampaña de 2015 mostrando su total deseo de que el busto regrese y realizando numerosas gestiones para conseguir tal fin.
La Dama ya estuvo en Elche en el año 2006 durante seis meses, periodo en el que se «alojó« en la torre del Homenaje del Palacio de Altamira, sede del Museo Arqueológico y de la Historia de Elche (MAHE). El equipo de gobierno, en estos momentos, está abierto a que repita ubicación, pero también a cualquier otro lugar que plantee el MAN y el Ministerio de Cultura.
