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La obtención del permiso para retirar el amianto deja sin fecha el derribo del hotel de Arenales

La constructora sopesa posponer la demolición para después del verano porque todavía carece de la autorización para desmantelar el fibrocemento y desconoce cuándo la recibirá

El esqueleto del hotel de Arenales a la espera de su derribo, previsto inicialmente para este verano. |

El esperado derribo del hotel de Arenales que arrancó el mes pasado con los trabajos previos podría alargarse más de lo esperado hasta tal punto de que sea después del verano cuando la constructora empiece a tirar abajo el edificio y no antes. El principal motivo que ha complicado la actuación y que ha hecho que los operarios no puedan seguir avanzando en la demolición es el amianto que contienen las ruinas del inmueble.

La empresa encargada del derribo confirmó a este diario que están a la espera de contar con el permiso necesario para desmantelar el fibrocemento, cuya autorización depende del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat). Un trámite administrativo al que ya han tenido que recurrir en anteriores ocasiones y que ya prevén que su resolución pueda ser lenta. De hecho, ya en 2017 cuando la propiedad tuvo intención de tirar abajo la vieja estructura la obtención de este trámite demoró una actuación que finalmente no llevaron a cabo los dueños.

Para retirar este material tóxico se requiere de un protocolo con estrictas medidas de seguridad, así como de especialistas y la constructora desconoce cuándo van a poder recibir luz verde para acometer esta complicada tarea, más sensible aún al estar el edificio en primera línea de playa y en plena temporada alta.

Ante ello, fuentes cercanas a la propiedad no se han atrevido a dar fechas sobre cuándo podrían continuar con las labores en el hotel, e incluso sopesan que puede ser una buena idea esperar ya a después de agosto para seguir con los trabajos y evitar así molestias a los bañistas. De cualquier manera, desde la constructora aseguraron que la voluntad de hacer desaparecer el antiguo «esqueleto» es completamente real, al igual que su interés por quitarse de en medio un quebradero de cabeza que ha tenido un desenlace que no querían que tuviera.

Una vez lograda la licencia municipal el pasado mes de junio, los técnicos contratados por los dueños del hotel estimaron que el derribo iba a tardar unos cuatro meses, pero, de nuevo responsabilizan a la farragosa burocracia el retraso que va a sufrir la obra de la que el alcalde, Carlos González, ya predijo que sería «compleja y paulatina».

No obstante, para muchos vecinos de Arenales y usuarios de la playa que el derribo comience tras el verano, como está planteándose la constructora, es una idea que comparten. Y es que la llegada de una grúa a las inmediaciones del complejo hotelero cuando la playa de Arenales comenzaba a llenarse de gente generó quejas entre algunos sectores, pese al enorme interés que hay entre vecinos y comerciantes en decir adiós a los restos de un inmueble que tanto han afeado el paseo marítimo de Arenales del Sol y que tantos perjuicios ha generado.

A pesar de que en esta zona del litoral y de La Marina el Ayuntamiento prohíbe por ordenanza hacer obras de construcción y de demolición, justo la parcela donde está el hotel se salva de la normativa porque es suelo no urbanizable y marítimo terrestre, es decir fuera del ámbito de aplicación de la ordenanza. Un argumento que dio el equipo de gobierno para justificar que no había podido evitar el inicio de los trabajos en plena temporada alta. No obstante, el primer edil ya aseguró haber pedido a la empresa que ejecutara los trabajos con el máximo rigor, primando la seguridad y causando las menos molestias posibles a los vecinos y vecinas, a los usuarios de las playas y a la actividad económica.

Playas señalizadas con boyas, para la segunda quincena de julio

Tanto Arenales, como el resto de playas de Elche, ya cuentan con las boyas para señalizar las zonas reservadas para el baño, así como los canales náuticos utilizados por salvamento marítimo y deportistas. La instalación del balizamiento se ha retrasado este año y se ha visto completada este fin de semana, superando la segunda quincena de julio. El servicio fue adjudicado por dos años a una empresa el pasado 1 de julio, según aseguraron desde VisitElche y después tuvo como contratiempo el oleaje para el montaje, según justificó el edil del área, Carles Molina. La demora en contar con las balizas ha desatado quejas de los usuarios de las playas y del PP.

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