La ampliación del Parque Empresarial de Elche ya es una realidad, al menos sobre el papel. La Generalitat Valenciana ha aprobado esta mañana en la Comisión Territorial de Urbanismo que la zona industrial de Torrellano gane 600.000 metros cuadrados, lo que supone un 25% más de suelo. Un trámite muy esperado en la ciudad en el que el Ayuntamiento y el Consell llevan trabajando desde el pasado mandato político y que, pese a que la administración autonómica incluyera su tramitación por la vía de urgencia, se ha eternizado más de lo querido por el equipo de gobierno y por los empresarios.
Con ese movimiento esperado desde el pasado mandato, el alcalde, Carlos González, ha aplaudido hoy el avance y ha puesto por primera vez fecha al inicio de las obras: segundo semestre de 2022. Para ello, la intención del equipo de gobierno es que la empresa municipal Pimesa licite las obras de ampliación del enclave tras activar a partir de este próximo mes de septiembre el proyecto de urbanización y de reparcelación. "Esta es la actuación de suelo empresarial más importante que se ha acometido en la ciudad en muchos años y va a ser un factor crucial para el impulso de la recuperación económica y del empleo en nuestro municipio", ha señalado González.
Con ello, Elche prevé crear 2.500 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos con la tan esperada y reivindicada ampliación del Parque Empresarial. Es una de las cifras más importantes que arroja un estudio encargado por el Ayuntamiento a una consultoría multinacional que ha enviado a la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad para la aprobación definitiva del Plan General que permitirá la expansión del enclave de Torrellano. Con el proyecto que el Ayuntamiento lleva gestionando desde 2015 se creará una gran manzana central de aproximadamente 200.000 metros cuadrados susceptible de ser dividida en otras de menores dimensiones, dos franjas de manzanas edificables. Además de la infraestructura verde estructural añade dos zonas verdes inundables, al este y oeste del sector, diseñadas para minimizar el impacto del riesgo de inundabilidad que afecta al sector. Su ubicación, junto a las carreteras CV-86 (Vía Parque), N-340 y la autovía A-70, harán que estos terrenos sean muy accesibles, tal y como recoge el estudio realizado por la consultoría, no sólo con el área funcional de Alicante-Elche, sino con el resto de la provincia de Alicante y las provincias limítrofes, como son Valencia y Murcia.
Actualmente, tal y como expone la memoria informativa del Ayuntamiento, el Parque Empresarial cuenta con una superficie superior a los 2.500.000 metros cuadrados, con 95 parcelas sin edificar, totalizando algo más de 360.000 metros cuadrados de suelo neto, de los que unas 20 parcelas son propiedad de la empresa municipal Pimesa, lo que se traduce en que hay una oferta pública de unos 96.000 m².
Larga espera
La larga espera para ver este trámite hecho una realidad ha desatado en los últimos años el temor entre los empresarios a que cuando se desarrollen las obras en la zona comprendida entre la Vía Parque y la A-7 ya no se llegue a tiempo por la fuga de capital a otras zonas que ya tengan suelo disponible. Mientras se tramitaba la ansiada ampliación el equipo de gobierno actual reconoció hace dos años la conveniencia de desarrollar más espacios industriales en la ciudad, como el Porta d'Elx, para evitar la marcha de empresas a otras ciudades.
Hace unas semanas, el conseller Obras Públicas, Arcadi España, adelantó que «la Generalitat, a través de la conselleria, está colaborando con el Ayuntamiento de Elche en la elaboración de un plan pionero de Movilidad entre la ciudad y el parque empresarial». La creación de carriles bici y el fomento del autobús serán las claves de este plan, según especificó la edil de Movilidad Esther Diez.
