El bipartito tiene previsto prolongar el carril bici de la avenida Juan Carlos I hasta el final de la avenida de Alicante. Nada más y nada menos que hasta la misma rotonda de la fuente, hasta casi la entrada del que es uno de los principales accesos a la ciudad.
En esta ocasión se trata de alargar en 1,5 kilómetros más el actual y, en su día polémico, carril que ya existe desde la Corredora hasta poco antes de la plaza de Benidorm.
Semanas atrás, la edil de Movilidad Sostenible, Esther Díez, junto con técnicos y responsables del proyecto, ha tenido la oportunidad de reunirse y explicar esta actuación tanto a comerciantes como vecinos de Altabix. Fuentes municipales aseguran que por el momento la idea, al contar con la explicación añadida y la posibilidad de aclarar las dudas, ha sido bien recibida entre los residentes y propietarios de negocios.
El Ayuntamiento de Elche considera que habrá «poca afección a los aparcamientos», posiblemente siete u ocho plazas, aunque otras fuentes apuntan a que serán 17 las plazas para los coches que desaparecerán.
En principio, buena parte de este nuevo carril bici discurrirá por el centro de la avenida de Alicante, de forma parecida al otro futuro carril bici que enlazará Pedro Juan Perpiñán con Los Palmerales.
La intención es que las obras arranquen a principios de 2022, pero todo va a depender de los plazos en que se licite esta actuación, en las empresas que concurran y las condiciones de mejora que propongan.
Las posiciones sobre los carriles bici por parte de la oposición son muy dispares, pero a la vez coincidentes: lo que haga el bipartito sobre esta cuestión, sea lo que sea está, en líneas generales, mal. Pero simplemente porque la oposición denuncia que ni hay consenso, ni hay un plan claro, ni se cuentan con los informes técnicos necesarios, ni se presentan en tiempo y forma al resto de fuerzas políticas, o ni hay plan de movilidad sostenible (PMUS).
Por su parte, el bipartido defiende que se está pacificando la ciudad, tanto en ruido como en emisiones contaminantes, y que se está apostando por el peatón, el transporte sostenible y público y que, además, después de un tiempo, la gente lo está viendo como muy positivo.
Vox, por ejemplo, considera que los carriles bicis generados hasta el momento solo han creado crispación y rechazo, «todo por un capricho de falso ecologismo», además de considerar que se despilfarra dinero. El PP entiende que el ejecutivo ha traído el «caos circulatorio» a Elche y que la ciudad debe contar con carriles bici pero no a este precio, puesto que se están creando nuevos problemas añadidos.
El primer tramo del carril bici de Juan Carlos I desencadenó una notoria polémica antes, durante y después de entrar en servicio en noviembre de 2020, sobre todo por las colas que se originan, al coincidir con la entrada a clase en las Jesuitinas, pero también por las quejas de propietarios de algunos negocios ya que clientes y transportistas no podían ocupar uno de los carriles para hacer pequeñas gestiones rápidas.
Una vía que se podría haber llamado Asunción Ibarra
Justo hace un año Compromís, que tiene en sus manos la cartera de Movilidad Sostenible, intentó, sin éxito, que se sustituyera el nombre de la avenida Juan Carlos I por el de Asunción Ibarra Santamaría, con el fin de «dignificar» el callejero. Aquella idea surgió a raíz de conocerse los escándalos del rey emérito. El pleno, incluyendo su socio de gobierno, el PSOE, lo rechazó. Carriles bici heredados de anteriores gobiernos que no llevan a ninguna parte, falta de consenso o sin informes previos son algunas de las críticas a la política sobre este asunto.
