Hoy, 4 de agosto, conmemoramos el 124 aniversario del descubrimiento, en el año 1897, de la pieza más representativa del arte íbero, la Dama de Elche. Una fecha, sin duda, especialmente importante para los ilicitanos, ya que la Dama es una de las principales señas de identidad del pueblo de Elche.
Además, este año 2021 se ha cumplido el ochenta aniversario del retorno del busto ibérico de la Dama de Elche a España, procedente del Museo Montauban. Antes de la invasión de Francia por los nazis en 1940, las autoridades galas decidieron como medida de precaución trasladarla desde el Louvre hasta el castillo de Chèverny, en el Loira, el día 29 de agosto de 1939, tres días antes del inicio de la II Guerra Mundial. De ahí se trasladó a la ciudad de Montauban el día 1 de diciembre de 1940.
Tras ello, y después de las negociaciones llevadas a cabo entre los gobiernos de España y Francia para intercambiar y recuperar piezas importantes del patrimonio histórico-artístico de ambos países, la Dama llegó a la estación fronteriza de Port Bou el día 8 de febrero de 1941, y a la mañana siguiente al Museo del Prado, donde se exhibió al público, por primera vez, el 27 de junio de 1941. Más tarde, en 1971 la Dama fue trasladada al Museo Arqueológico Nacional, siendo desde entonces la pieza principal de la sala dedicada a las joyas del arte ibérico.
Desde el día de su fortuito hallazgo aquel 4 de agosto de 1897 y tras su efímera estancia en Elche, tan solo tres semanas hasta su venta al arqueólogo Pierre Paris, el día 30 de agosto de 1897, la Reina Mora, como se le llamó entonces, consiguió convertirse en un abrir y cerrar de ojos en un icono esencial para nuestro inconsciente colectivo.
Probablemente por ello, la repercusión que han tenido las estancias temporales de la Dama en la ciudad que la vio nacer ha sido siempre muy relevante. El primer retorno se produjo el 23 de octubre de 1965, con motivo de la celebración del VII Centenario del Misteri d´Elx. Estuvo diecinueve días ubicada en el Museo Arqueológico del Parque Municipal -popularmente conocido ahora como «El Huevo»-, y se dio la circunstancia de que pudo ser visitada por Manuel Campello Esclapez, el joven que a la edad de 18 años la descubrió accidentalmente, cuando ayudaba a su padre a nivelar el terreno para hacer bancales en Villa Illice, una de las fincas del paraje de La Alcudia, propiedad del médico Manuel Campello Antón.
La segunda y, hasta ahora, última ocasión en que hemos podido disfrutar temporalmente de nuestra Dama se produjo en 2006, tras las intensas gestiones realizadas por el alcalde de Elche, Diego Maciá, con la entonces Ministra de Cultura, Carmen Calvo, y el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, concretamente el 18 de mayo, fecha de celebración del aniversario de la declaración del Misteri como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Casi seis meses, hasta el día 1 de noviembre, estuvo la Dama entre nosotros, en el recientemente remodelado Palacio de Altamira que, a partir de esa fecha, sería ya conocido como Museo Arqueológico y de Historia de Elche «Alejandro Ramos Folqués» (MAHE).
La respuesta del pueblo de Elche, y también de los numerosísimos visitantes que se desplazaron hasta aquí para admirar la Dama en el lugar que la vio nacer, fue de un entusiasmo absoluto. Más de 380.000 personas visitaron la Dama durante esos meses que estuvo entre nosotros. Demostramos que la Dama podía estar en Elche en unas condiciones de seguridad y de preservación ambiental insuperables, y que la Dama, para Elche, es uno de sus símbolos más queridos y valorados.
Hoy mantenemos intacta la esperanza de una nueva y próxima cesión temporal. Lo afirmamos con convicción porque hemos realizado un trabajo de largo recorrido, de pura perseverancia, que ha ido desde las negativas iniciales del Gobierno de Mariano Rajoy y «el Ministerio no cierra la puerta» tímidamente pronunciado por su secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, en 2017, al acuerdo verbal con quien fuera primer ministro de Cultura de Pedro Sánchez, José Guirao, en su visita a Elche, y que no fructificó a consecuencia de la situación de pandemia.
Tras ello, en la reciente reunión con el anterior ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, en la que formalizamos la pretensión de que se produjera una cesión temporal, de un año de duración, en el segundo semestre de 2022, y con quien encontramos la máxima receptividad, espíritu de colaboración y empatía que nos han hecho albergar la esperanza fundada de conseguir hacer realidad la ansiada cesión. Todo ello, dicho sea de paso, siempre con el apoyo expreso y constante del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el trabajo tenaz de la directora general de Cultura, Carmen Amoraga. Pretensión y planteamiento que espero poder trasladar tras el verano al actual ministro, Miquel Iceta.
Para hacerlo realidad estamos trabajando en dar forma a una propuesta técnica rigurosa que acompañe la exhibición de la Dama de Elche en su ciudad, permitiéndonos no sólo su anhelada contemplación colectiva, sino también su contextualización historiográfica y con una exposición de gran nivel de arte íbero.
En definitiva, considero que se dan todas las condiciones para poder contemplar la Dama en Elche en 2022. Y con esta expectativa y porque no decirlo también, con esta ilusión, basada en el trabajo de muchas personas implicadas en el retorno de la Dama, vivimos este 124 aniversario del descubrimiento de esta pieza clave del arte ibérico.
