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El Hondo pide soluciones ante atropellos de aves, nutrias y otras especies protegidas

La Junta Rectora del Parque y AHSA señalan que Diputación debería poner reductores de velocidad en la CV-861 que perimetra el entorno natural y bajar la velocidad de 70 a 50 kilómetros por hora, como exige Medio Ambiente

Varias aves sobrevolando el Parque Natural de El Hondo en los últimos tiempos. | ANTONIO AMORÓS

La Junta Rectora del Parque Natural de El Hondo quiere soluciones en la CV-861 para prevenir más atropellos de aves y otras especies protegidas. La cercanía de la carretera al humedal y la falta de reductores de velocidad propician que a diario se pueda encontrar algún ave fallecida tras ser arrollada, e incluso se ha llegado a encontrar esta semana una nutria muerta en la carretera. En otro tramo que perimetral el parque se encontró también otro ejemplar arrollado de esta especie.

Por ello, desde la Junta Rectora urgen a la administración competente, en este caso la Diputación provincial, que ponga remedio al problema con reductores de velocidad. Según expone Vicent Sansano, presidente de la Junta Rectora, están valorando volver a hacer otra reclamación formal después de que hace dos años ya pidieran al órgano provincial que se redujera la velocidad, que pasó de 90 a 70 kilómetros por hora.

Sansano indica que esta carretera con tramos rectos provoca que un gran número de conductores se confíen y sobrepasen la velocidad, lo que, por un lado, dificulta que se salve cualquier animal salvaje que se interponga en el camino, y por otro que el conductor lo esquive, porque de hacerlo podrían provocarse accidentes. En los últimos años colectivos como Amigos de los Humedales del Sur de la provincia (AHSA) vienen alertando del problema. En 2015 la Diputación hizo unas obras de ensanchamiento sobre esta carretera que pasa por el límite del parque natural y Carrizales.

En su momento los ecologistas reprochaban que con la actuación el vial se convertiría en una «pista rápida que verá aumentada la ya alta velocidad de los vehículos que circulan por la misma». Pedían que el límite estuviera marcado en 50 kilómetros hora, sin embargo está estipulada a 70 kilómetros, una velocidad que a todas luces muchos incumplen a pesar de que hay señalética que avisa del carácter de vía pecuaria de la carretera y de aviso del riesgo de atropello de fauna.

AHSA señalaba que esta carretera está incluida en el Catálogo de Vías Pecuarias de la Comunidad Valenciana, denominada Senda de Dolores, por lo que se venía utilizando por cabras y ovejas con asiduidad, que son llevadas a pastar a los cultivos cercanos, por lo que el aumento del tráfico y de la velocidad también afecta a estos usos tradicionales.

Sergio Arrollo, presidente del colectivo ecologista, lamenta que la Diputación esté contraviniendo la catalogación de vía pecuaria por la que el vial debería tener velocidad de 50 kilómetros por hora. Al hilo, critica que el gobierno autonómico tampoco le haga cumplir la normativa

El vial atraviesa una zona de transición entre los embalses de El Hondo y la red de azarbes y de cultivos de Carrizales, donde el cruce de fauna es frecuente, con el riesgo de que aumente los atropellos de animales salvajes, entre ellos también algunos zorros.

Carolina García, bióloga que está trabajando en el seguimiento de nutrias en El Hondo, no pudo resistirse y criticó la situación desde sus redes sociales recientemente, cuando tuvo constancia de que había aparecido muerta una cría de nutria que podría ser una de las que hubiese seguido desde su nacimiento.

«Hace más de dos años que inicié el seguimiento de nutrias en el El Hondo, y desde esa fecha, febrero de 2019, me he llevado muchas alegrías gracias a ellas. Cuando vi las primeras imágenes de las crías en octubre, pensé inevitablemente en el momento de su dispersión. Y a partir de marzo, que es cuando dejé de verlas con su madre, sabía que este momento amargo podía llegar. No tengo manera de saber si esas dos crías siguen vivas, o si son las dos víctimas que llevamos hasta el momento. Quién sabe donde estarán. Lo que está claro es que el aumento de la población de nutrias en el Hondo lleva implícito este riesgo» apuntaba.

Al hilo lamentaba, refiriéndose de forma genérica, que «vamos demasiado deprisa, y somos demasiado egoístas. No estamos solos en el territorio. Hay que tener más cuidado. Especialmente en zonas sensibles como el entorno de un Parque Natural. El coche apenas la ha rozado, suficiente para acabar con su frágil vida», exponía al mostrar la imagen que acompaña este artículo para tratar de concienciar.

Para esta profesional este tipo de situaciones ponen palos en las ruedas al asentamiento de especies protegidas ya que se enfrentan a agentes externos al parque que hacen daño a ciertas especies. Por eso plantea también que debería bajarse la velocidad, poner controles de tráfico o incluso un radar fijo.

Una cría de nutria muerta tras ser arrollada estos días. | INFORMACIÓN

Seguimiento a ejemplares sigilosos

En 2019 Riegos de Levante inició un estudio exhaustivo para controlar especies invasoras como la carpa en El Hondo y el trabajo también planteaba un seguimiento de las nutrias a lo largo del parque porque podrían su presencia es positiva para regular los niveles de carpas. Carolina García, ambientóloga de Riegos de Levante sigue haciendo seguimiento de la reproducción de esta especie. Apunta que en 2020 ha tenido constancia de, al menos, cinco ejemplares de nutria conviviendo al mismo tiempo. Se trataba de dos machos, uno de ellos seguramente de paso, joven, y la hembra con dos crías. Son animales muy territoriales y esquivos.

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