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Elche cambia todas las luces led de la Corredora en menos de un año ante los continuos apagones

El Ayuntamiento asegura que la sustitución del sistema corre a cargo de la empresa que peatonalizó la calle por un 30% más del presupuesto inicial - Las luminarias del suelo estaban preparadas para las piscinas

Operarios trabajando este miércoles en la sustitución de las luces de la Corredora. | INFORMACIÓN

La Corredora ha tenido que asistir al cambio completo de las luces del suelo en menos de un año de que acabaran las obras de peatonalización porque se fundían cada dos por tres. Desde el Ayuntamiento garantizan que la empresa que ejecutó los trabajos se encargará de sustituirlas sin coste extra, al igual que ha hecho con algunas baldosas que estaban rotas.

La colocación de las nueva iluminación led, que comenzó antes del verano y que continúa esta semana, se está acometiendo antes de que el Ayuntamiento recepcione definitivamente la obra que ya ha acabado costando un 30% más de lo presupuestado inicialmente (190.000 euros más).

Los continuos problemas y apagones de las tiras de luces que se distribuyen a lo largo y ancho del vial han obligado a tener que cambiar de modelo, según explicó la edil de Urbanismo, Ana Arabid, porque el que se colocó estaba pensado para otro tipo de ubicaciones. En concreto, para sumergirlas en piscinas. Y el problema es que en la Corredora las luces acababan recalentándose entre las piedras y fundiéndose.

Por ello, tras realizar unos ensayos en el laboratorio y detectar el problema, la empresa ha tenido que cambiarlas y buscar otro modelo para ver si esta vez da resultado.

Con todo ello, el Ayuntamiento dice estar dispuesto a realizar la recepción definitiva de la obra de peatonalización, que acabó el otoño pasado, una vez esté todo reparado y con el visto bueno del arquitecto municipal.

Por ello, está previsto que en las próximas semanas técnicos municipales vuelvan a realizar otra inspección sobre el terreno antes de liquidar la obra y realizar los últimos pagos, como los 190.000 euros del sobrecoste.

Ese gasto extra que ha tenido la peatonalización, presupuestada inicialmente en 542.000 euros, ha sido, según justificó el bipartito en el mes de junio, por la ejecución de trabajos adicionales que no estaban previstos en el proyecto inicial, como la peatonalización del tramo de la calle Victoria, la modificación de la iluminación, el incremento de la adquisición del granito para pavimentar la Corredora o el traslado de los mosaicos que se encontraban en la Plaça de Baix.

En este sentido, durante las obras el equipo de gobierno consideró la necesidad de aumentar la canalización para el sistema de alumbrado de la luminarias empotradas en el pavimento de la Corredora, y se decidió mantener los imbornales de esta calle. Esto último obligó a sumar trabajos para subir a la cota del nuevo pavimento los antiguos imbornales.

También se contemplaron nuevos servicios en la Plaça de Baix como instalación complementaria de alumbrado público, instalación de megafonía, conexión para señal de televisión, o instalación de telecomunicaciones y datos.

Otros problemas

La iluminación ha sido, precisamente, una de las cuestiones que más críticas se ha llevado de la peatonalización de la Corredora. En primer lugar, por los fallos que han venido produciéndose en las luminarias del suelo.

En segundo lugar, porque vecinos y comerciantes consideran que la luz actual es insuficiente para el eje más importante del centro de la ciudad. Y no lo achacan tanto a las luces del pavimento, sino a las antiguas farolas que hay distribuidas a lo largo de toda la calle, colgadas de las fachadas de los edificios. Hay quienes consideran que luz amarillenta y la escasa potencia que desprenden no está a la altura de una calle tan importante como esta.

Sin embargo, la renovación de estas luminarias no entró en el proyecto de peatonalización finalizado hace casi un año. Si bien, el equipo de gobierno es consciente de esta demanda y prevé realizar esta renovación en lo que queda de mandato. Por otra parte, los técnicos se dieron cuenta de que los focos existentes daban más luz a los edificios que a la propia plaza en sí, por lo que ha sido necesaria su proyección hacia el centro de la Plaça de Baix.

Las manchas que presentan las baldosas o la falta de papeleras también han desatado las quejas en esta arteria histórica, que pese a todo lo bueno que ha traído su remodelación, todavía tiene estas asignaturas pendientes por resolver para conseguir salir del declive que ha sufrido en la última década. Y la reapertura de los muchos locales que hay cerrados ayudará mucho a que el eje histórico pueda despegar definitivamente.

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