Probar una enchilada texana o saborear una parrilla argentina, en la calle, servido en una camioneta vintage por cocineros que se recorren el país subidos al carro de la moda «foodtruck». La última vez que ocurrió esto en Elche fue en 2019, antes de la pandemia. Dos años después, el Paseo de la Estación volverá a acoger un «Street Market» con música en directo, un mercadillo vintage donde diseñadores y emprendedores venderán sus últimas creaciones y donde harán parada furgonetas y caravanas para cocinar comida internacional.
El festival tendrá lugar del 1 al 3 de octubre, y contará con las medidas anti covid-19. Así lo anunció este lunes el edil de Comercio, Felip Sànchez, quien destacó la necesidad de organizar actividades que favorezcan la reactivación comercial según vaya mejorando la situación sanitaria.
La quinta edición del «Elx Street Market» contará, según explicaron dos de los organizadores, Rafa Baeza y Amadou Sow, con más separación entre las mesas y normas para organizar las colas manteniendo la distancia de seguridad y evitando aglomeraciones en todo momento.
«Aunque seguimos manteniendo restricciones, gracias a la vacunación la situación está mejorando, por lo que creo que es importante llevar a cabo actividades de este tipo que favorezcan la dinamización comercial y social», señaló Sànchez.
El evento mantiene toda su esencia original con 14 furgonetas vintage que ofrecerán una variada oferta gastronómica, con actividades para todas las edades y con un mercadillo vintage, con artesanía y comerciantes de la zona.
El edil de Comercio informó si algún comerciante desea participar en este mercadillo vintage, que contará con cerca de 25 puestos, puede informarse de cómo hacerlo contactando con la concejalía.
La última ocasión que se celebró en Elche, la comida callejera y de autor servidas desde las furgonetas estuvieron acompañadas por las creaciones de artesanos y de comerciantes alternativos que ofrecen desde camisetas personalizadas, ropa de bebé, bisutería, cerámicas e ilustraciones. La música en directo y las canciones pinchadas por un dj también sirvieron para amenizar los tres días de una cita gastronómica que va más allá de un negocio y supone ya un estilo de vida que está teniendo mucho tirón en todo el mundo.
